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El temporal de viento mata a once personas, cuatro de ellas niños

El paso de vientos ciclónicos se ha cobrado en España 10 víctimas mortales, de ellas seis en Cataluña y entre las que se encuentran cuatro niños. Todas las alarmas estaban encendidas, pero fueron insuficientes para evitar estas pérdidas humanas y los cuantiosos daños materiales que ha causado el inusitado temporal. Foto: EFE

el 15 sep 2009 / 21:41 h.

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El paso de vientos ciclónicos se ha cobrado en España 10 víctimas mortales, de ellas seis en Cataluña y entre las que se encuentran cuatro niños. Todas las alarmas estaban encendidas, pero fueron insuficientes para evitar estas pérdidas humanas y los cuantiosos daños materiales que ha causado el inusitado temporal.

El suceso más impactante tuvo lugar ayer en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), donde fallecieron cuatro menores de entre 9 y 12 años, al hundirse un pabellón deportivo municipal anexo a un campo de béisbol. Los cuatro niños pequeños jugaban al béisbol en un campo descubierto cuando, debido al fuerte viento, se refugiaron en el interior de la instalación deportiva, momento en el que las paredes cedieron y les sepultaron. En el derrumbe resultaron además heridas nueve personas, dos monitores y siete niños, uno de los cuales se encuentra grave.

El relato de los hechos pone los pelos de punta. El hermano adolescente de una de las cuatro víctimas mortales calificó de "aterrador" lo que vio. Pedro Jesús explicó a Europa Press que llegó al polideportivo a los cinco minutos del siniestro y explicó que ayudó a sacar a muchos niños de los escombros, pero indicó que sus esfuerzos no sirvieron para salvar a su hermano ni al resto de niños que perecieron. Ahora, sus padres están "destrozados" y están siendo atendidos por equipos de psicólogos.

Aurelio, familiar de un herido, dijo no entender cómo pudo hundirse el edificio anexo, que aseguró que era relativamente nuevo. Por su parte, Jordi Peláez, uno de los vecinos que acudió hasta la nave para ayudar a sacar a las víctimas, pudo ver cómo los niños estaban "enterrados entre las piedras". Explicó que debido al mal tiempo y a las fuertes rachas de viento que se registraron ayer en el municipio, los entrenadores del club de béisbol decidieron llevar a los niños al interior de la nave para seguir con la práctica del deporte.

El alcalde de la localidad, Jaume Bosch, por su parte, aseguró que la instalación siniestrada estaba "en buen estado" y que había sido remodelada en 1992 con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona, tras lo cual "no se había detectado ninguna deficiencia por parte del Ayuntamiento ni de los usuarios".

Según Bosch, la causa del siniestro fue un viento "excepcional" que podría haber ido acompañado de algún otro fenómeno como un tornado. "A la espera del informe, no se puede decir la causa exacta del siniestro más allá de un fenómeno atmosférico extraordinario", dijo.

El accidente ha conmocionado tanto este municipio barcelonés que el Consistorio decretó ayer tres días de luto oficial, además, recibieron centenares de llamadas de pésame, entre ellas las del Gobierno.

Asimismo, en Cataluña la fuerza del viento dejó a su paso otras dos víctimas mortales: dos hombres a causa de la caída de sendos árboles. Ambos sucesos tuvieron lugar en las localidades barcelonesas de La Palma de Cervelló y de Abrera.

Otra comunidad en la que se cebó ayer el temporal fue en Galicia, donde perecieron tres personas. La primera víctima fue un sargento de la Guardia Civil de tráfico que murió tras caerle un árbol encima en la localidad de burela (Lugo), cuando "estaba auxiliando a gente", señalaron fuentes de la comandancia del Instituto Armado en Lugo.

Otra víctima fue un vecinos octogenario de la parroquia de Mourence, en el municipio lucense de Vilalba, que murió calcinado a consecuencia del incendio que se produjo en su casa por un cortocircuito.

El tercer fallecido en Galicia fue un marinero del buque Braga, cuya tripulación tuvo que ser rescatada en helicóptero. Este hombre pereció por un infarto.

Por último, una mujer de 73 años perdió la vida en el municipio burgalés de Hontoria de Valdearados al caerle encima una puerta, también a causa del fuerte viento. Al parece, la mujer había abierto la puerta, de dos hojas, y mientras aseguraba una de ellas, la otra se le cayó encima golpeándola en la cabeza.

Además, en Aigües de Busot (Alicante) un hombre de 51 años falleció tras caerle encima un muro, pero, según los expertos, esta muerte no tiene relación alguna con el temporal.

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