El tiempo se vuelve a parar esta noche en Nervión. Juega el Sevilla, y lo hace para intentar el más difícil todavía típico del circo. Ante sí, darle la vuelta a un 3-1 para meterse en unas semifinales de la Copa que vio tan cerca hace una semana que se relajó en exceso en Cornellà. Ahora tiene que pagar el precio de aquel atrevimiento. Si logra la hazaña, el castigo se habrá quedado en sufrir demasiado, desgastándose física y psicológicamente. Si, como dice la lógica, cae eliminado, la osadía del jueves pasado la habrá pagado con creces. Pensar en Mestalla más que en esta eliminatoria ha tenido resultados desastrosos en ambas competiciones.
Sea como sea, el Sevilla se plantea de nuevo dejar en evidencia a la lógica, esa que dice que nunca ha remontado un 3-1 en la Copa y que sólo una vez de siete se lo han hecho al Espanyol. Un Espanyol que además viene en el mejor momento de la temporada. Para ello, el Sevilla ha conjurado a su tropa: todos a la Bombonera de Nervión. El Sánchez-Pizjuán presentará un ambiente de gala, con su gente enfurecida y bajo los efectos de las remontadas recientes ante el Oporto, el Betis y el Valencia. Hay esperanza de ver al Sevilla resucitando cuando parece muerto. Aquel gol de Bacca en Cornellà ha permitido un hilo de vida al que se aferra Emery, que esta vez no se andará con experimentos marca de la casa.
De hecho, es muy probable que hasta juegue Beto de titular, quien ni siquiera viajó a Barcelona. Ante un partido así, es lógico que el técnico tenga dudas: ¿salir a por todas al ataque o confiar en el estilo que más resultado le ha dado al Sevilla? Todo hace indicar que el vasco no tirará lacasa por la ventana y que reservará a Gameiro y Aspas para la segunda parte. Pero hay más dudas. Como la de colocar a Carriço junto a Iborra y marcar al fortísimo Caicedo con Kolo, más corpulento que el portugués y Pareja. En ese caso, se abrirían dos opciones: que Denis y Banega peleen por un puesto o que jueguen ambos y el sacrificado sea Vitolo. Bacca y Deulofeu son intocables para una cita así. La otra duda reside en el lateral diestro: ¿Aleix, Coke, Diogo? Sólo Unai lo sabe...
Al Sevilla no le hace falta jugar con dos delanteros para ser más ofensivo. Ha quedado demostrado en infinidad de ocasiones. Pero sí es evidente ya a estas alturas que pierde mucho poder defensivo si no juega con dos pivotes de contención en el centro del campo. Las dos posibilidades antes comentadas están abiertas debido a la peculiaridad de esta cita: el Sevilla debe ganar por al menos dos goles de diferencia tres si el Espanyol marca dos tantos o más. Sólo un milagro permitiría a Krychowiak, que se probará hoy, llegar al partido.
Los de Sergio García no tienen bajas, más allá de la de Álex Fernández, ya en el Rijeka. El técnico catalán seguirá apostando por Pau en la portería y por Caicedo en la punta del ataque. El momento del ecuatoriano refleja cómo está el Espanyol: le sale absolutamente todo. Casi todos los ingredientes del choque van en contra de un Sevilla que apela de nuevo a la épica. Como ante el Oporto. Como en el primer Euroderbi de la historia. Como frente al Valencia con todo perdido y 20 minutos por delante. En busca de la épica: capítulo IV. Disfruten del fútbol.
