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"En la universidad nacen muchas patentes, pero no dan ingresos"

García Porras, de la unidad de Innovación de la UE, propone diversificar la productividad española con el desarrollo de la I+D+I

el 27 jun 2012 / 19:53 h.

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  • La crisis ha popularizado términos financieros que hasta hace dos días eran desconocidos para la ciudadanía. Esto se debe, en parte, a que todo el mundo parece haber comprendido que lo que le está pasando -el paro, la pérdida de poder adquisitivo, el cierre de negocios, tener que despedir a su personal, el endeudamiento- tiene que ver con esos conceptos macroeconómicos que escuchan a diario: la prima de riesgo, la deuda pública, la austeridad, la contracción del déficit público...

    Bonifacio García Porras, jefe de la Unidad Política por la Innovación Industrial de la Comisión Europea, empezó su conferencia en el foro Hablemos de Europa con una declaración de intenciones: "Me preocupa la economía real", sentenció. Una de las preocupaciones que expuso fue su temor por que las pymes de España no comprendan que la solución a esos grandes problemas de la economía está en su mano. La herramienta básica, repitió una y otra vez, es la innovación, la aportación de nuevas ideas y el diseño para venderlas mejor y a gran escala. El discurso de García Porras fue un tanteo desde la perspectiva europea para orientar a España y a las pymes (que representan más del 80% del tejido productivo) en la búsqueda de nuevos nichos de mercado y para afrontar la transformación del modelo productivo. Sus propuestas (la llamada tecnología facilitadora, la nanotecnología, la energía fotónica...) abrieron un enérgico debate en el foro organizado por El Correo de Andalucía, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, con patrocinio del BBVA y celebrado en hotel Gran Meliá Colón.

    "En Europa se ha puesto mucho énfasis en la innovación tecnológica, en los laboratorios, algo que es necesario, pero también es importante la innovación no tecnológica", auguró el conferenciante. García Porras explicó que España "es un país moderado en términos de innovación. En innovación tecnológica es correcto, por debajo de la media, pero donde tiene problemas de verdad es en la inversión en la empresa privada, porque ésta no invierte lo suficiente en innovación no tecnológica". Puso como ejemplo las universidades españolas, donde "nacen muchas patentes", dijo,"pero de las cuáles se obtienen pocos ingresos". "Puede que el problema sea que falta colaboración entre las universidades", concluyó.

    España camina hacia el emprendimiento y la I+D+I, pero al contrario que Suecia, Alemania o Finlandia, todavía arrastra los pies en este campo. Según un reciente informe de la Comisión Europea, aquí se tarda 120 días en obtenerse una licencia, cuando la media europea se sitúa en la mitad; se necesitan 17 días para poner en marcha un negocio en este país, cuando la media europea es de tres días. Sólo el 40% de los españoles declara su voluntad de ser empresario, cuando hace diez años el porcentaje rondaba el 70%. "Es fundamental que las empresas inviertan en innovación para aportar ideas nuevas, y no es malo fallar, equivocarse, y volver a intentarlo, porque ese es el camino y el objetivo de crecimiento no cambia", insistió García Porras.

    La conferencia tenía por título La innovación industrial como motor de la recuperación económica en Europa y uno de los retos que se afrontó fue la falta de visión empresarial de algunos sectores. García Porras se extendió en el concepto de la llamada "innovación social", y puso como ejemplo la siguiente: los ayuntamientos han dejado de desarrollar actividades sociales por falta de capital. En su lugar, algunos colectivos han empezado a suplir esas carencias de forma voluntaria, altruista: amas de casa que trabajan en comedores sociales o boxeadores de París que dan clases de lucha antiestrés para empresarios. "Esas soluciones sociales se deben transformar en soluciones empresariales. Las amas de casa pueden tener un espíritu empresarial", concluyó. El otro pilar de la innovación, en el que puso especial énfasis, fue el diseño, "tan importante como la efectividad de las ideas tecnológicas". "Es el motor de la innovación, Google lo ha demostrado. Está tan enraizado en la herramienta tecnológica que contribuye a crear buenas soluciones".

    García Porras se detuvo a criticar a España, que "sigue volcada demasiado en los servicios y el turismo" y auguró que la producción digitalizada, que representa la tercera revolución industrial, "dará nuevas oportunidades para que la producción regrese a España". Otros mercados que ganarán peso en los próximos años serán los ligados a la tecnología necesaria y sistémica. En este sentido, adelantó que la Comisión Europea va a potenciar proyectos pilotos de ciudades que apuesten por la experimentación en estos campos, con el uso de materiales nuevos, tecnologías que faciliten el día a día, como edificios inteligentes, coches eléctricos o la economía verde (tratamiento de residuos, aguas...).


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