María León / J. M. Paisano
El pasado viernes los habitualmente fantasmales pasillos del hoy abandonado Palacio de Monsalves habían mudado su piel por los de un hospital, escenario principal de la serie que prepara Antena 3 para primavera, Allí abajo, que dirige Ignacio Mercero (El príncipe, El tiempo entre costuras)y protagonizan Jon Plazaola, Mari Paz Sayago, María León y Carmina Barrios.
Allí abajo, vasco muy vasco viaja a Sevilla con su madre, que tiene un accidente, y conoce a andaluza muy andaluza en el hospital. No me negará que la sombra de Ocho apellidos vascos es alargada... Yo tenía el guión de la serie antes de que saliera la película. Pero será normal que la gente compare. De todos modos, aquí no sólo se va a contar una historia de amor, también hablamos de tierras. Se van a defender las raíces del Norte y del Sur, se cuentan diferentes maneras de ser y de vivir en el contexto de una comedia absoluta. A la gente le gusta verse a sí misma retratada.Aquí se va a ver la manera de vivir en Sevilla, la forma de sentir y de resolver los problemas.
¿Con tópicos o sin ellos? Sin tópicos.Además, como sevillana no me lo permitiría.Fue lo primero que me planteé cuando me llegó el proyecto.Pero esta es una serie que cuenta las cosas desde la absoluta verdad. Sevilla va a salir muy bien parada, con unas imágenes impresionantes, elegantes. Y yo creo que este Palacio de Monsalves, lleno de rincones maravillosos, representa muy bien a la ciudad.
Existe un prototipo de actor andaluz (el de Carmina y amén o El mundo es nuestro) y María León encaja muy bien en él. ¿Puede ser a la vez un handicap? Yo creo que no, y si lo es será problema del director de turno, no mío. Me siento muy orgullosa de quien soy y de dónde vengo. En Andalucía hay muchísimo talento. También lo hay en el Norte, cuyas gentes también salen muy bien perfiladas. Me encanta que esta sea una serie con acentos, porque nadie habla como en el Telediario. No es natural.
¿Qué aporta Allí abajo al grueso de comedias televisivas ya ha hechas? Primero el empeño técnico con el que está hecha supera el sota, caballo y rey con el que se suelen rodar otras series. Segúndo, esta es una comedia llena de verdad, diferente, no una comedia extrema al estilo de Aída oLa que se avecina. Y, desde luego, no es un teatrillo... porque en la televisión española se han hecho muchos teatrillos, demasiados...
¿Las series están salvando laboralmente a buena parte de los actores españoles? Un actor tiene que hacer de todo. Los actores somos prácticamente camareros, yo he tenido mucha suerte, pero el actor de toda la vida ha trabajado mucho más en un bar que en un plató. Y hay muchos grandes sirviendo copas. Ahora bien, menos mal que está la televisión. Yo sin ella no hubiera tenido la carrera que tengo.
Tiene dos películas en la pista de salida, Rey gitano, de Juanma Bajo Ulloa;y Los miércoles no existen, que protagoniza junto conEduardo Noriega e Inma Cuesta. ¿Qué puede contarnos de ellas? También acabo de hacer un corto que me entusiasma y que confío en que triunfe, Not the end, de los hermanos Alenda. Luego, Rey gitano, que he filmado con Karra Elejalde, Rosa María Sardá y Pilar Bardem. Es una locura muy rica, una comedia cañera y punkarra. Que tiemble Airbag, porque aquí Bajo Ulloa se ha desatado.
¿Hay géneros que le son, al menos a día de hoy, ajenos? ...no. Me he dado mis buenos paseos por el drama y la comedia. Pero creo que tengo que hacer muchas más. También me apetecería meterme en la piel de personajes difíciles, una loca, quizás... Y el cine de terror lo disfrutaría mucho.Estoy convencida de eso. Espero recibir propuestas. Ojalá.
¿Continúa pensando que actuar es, según sus palabras, «sólo un juego»? Para mí es eso. No es falsa modestia. Actuar es jugar, y en el momento en que deje de pensar que esta profesión consiste en jugar me volvería loca. No podría estar saliendo y entrando en personajes. Cuando dicen acción empieza el juego. De hecho me considero más payasa que actriz.
¿Cómo maneja la fama? ¿Se ha acostumbrado a que todo lo suyo interese?Le han llegado a preguntar si tiene cosquillas en los pies. Sí. Es extraño ver cómo todo lo que haces y lo que eres suscita curiosidad. A mí me han preguntado de todo. Lo importante es tener claro cuál es tu sitio y quién eres. Menos me molesta que me pregunten ciertas cosas a quienes se toman el derecho de pararte por la calle, te hacen una foto o te interrumpen comiendo. Convives todo el tiempo con un juego que no es real. Es la parte menos amable de esto. Todo el mundo opina de ti.
¿Las redes sociales son un problema añadido a eso? No, me divierto mucho con ellas. Porque las controlo yo y a través de ellas puedo compartir lo que hago. Y sólo cuento lo que quiero. ~