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Espadas encara el reto de ganarse a las bases

Espadas, ya instalado en Luis Montoto, donde ha fijado su campamento base, ha tomado las riendas. El candidato tiene ahora que presentarse a sus bases y convencer a las agrupaciones de la capital.

el 05 jun 2010 / 18:14 h.

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Una campaña por fases. El carácter excepcional que ha adquirido la candidatura de Juan Espadas al ser la única del PSOE formalmente en marcha en el país no ha hecho sino ratificar que el punto de partida fue erróneo y que el desgaste público de los últimos meses ha complicado aún más una campaña tan difícil como clave a nivel autonómico. Ahora, Espadas, ya instalado en Luis Montoto, donde ha fijado su campamento base, ha tomado las riendas. Y su hoja de ruta pasa por un paso lento pero seguro. La primera fase está definida y es quizá la más decisiva.

El candidato tiene que presentarse a sus bases y convencer a las agrupaciones de la capital, incluso a las que estaban dispuestas a liderar una batalla en favor de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Antes de su salida del Ayuntamiento, su entorno lanzaba una y otra vez el mismo mensaje: no es lo mismo una campaña con las agrupaciones motivadas, que con las bases desencantadas. Algunas han empezado el proceso más cerca de ese segundo estado, y cambiarlo es precisamente el reto de Espadas.

Tiene hasta otoño. A partir de ese momento, ya  en precampaña, entrará otro factor distorsionador que puede generar una fractura si las grietas no están selladas: la elaboración de la lista electoral en la que todas las agrupaciones reclamarán su sitio, incluso las que han sido más hostiles con la Ejecutiva. En 2007 este debate acabó con un pulso orgánico y con una lista dividida.


De cero. Paralelamente empieza un trabajo que refleja la dificultad de la campaña que afronta ahora Espadas. El candidato de la capital andaluza y de uno de los pocos bastiones urbanos de la izquierda en Andalucía, tiene que empezar su campaña presentándose con una carta en tercera persona y asumiendo su gran debilidad: el bajo índice de conocimiento.

Debe aún engrasar su equipo -con el riesgo de que no destaquen demasiado determinados nombres que el PP podría vincular a alguno de los grandes errores del Gobierno Monteseirín- y sacar provecho de las redes sociales, un ámbito clave en el que ya empiezan a aparecer grupos de apoyo a Espadas.


Equilibrios. El grupo socialista, el Gobierno local y el propio candidato son conscientes de uno de los grandes riesgos que afrontará Espadas en estos primeros meses: los cruces de declaraciones con Monteseirín.

El primer episodio ha llegado con la Encarnación, y vendrán más, especialmente delicados, conforme empiece a utilizar el PP la munición que tiene guardada para la recta final del mandato. Y el alcalde, como muchos temen en el partido, no se va a morder la lengua. Y así lo ha demostrado esta semana al lanzar una velada advertencia al candidato.

El PP se frota las manos; si Espadas se distancia de la gestión del Gobierno se queda sin armas, pero si se identifica demasiado ¿cómo explicará en los barrios que él es el nuevo rostro y el nuevo proyecto que "demanda" la ciudad?. De momento, tras el primer traspiés, la estrategia parece clara: en los proyectos positivos del denominado "modelo de ciudad" Espadas alabará la iniciativa aunque estará dispuesto a matizar las formas -ya promueve la flexibilización de la peatonalización del Centro e intenta desmarcarse del diseño de la Encarnación-; en los grandes errores y escándalos del Gobierno, el candidato pasará de puntillas.


Mercasevilla. Le será difícil no obstante eludir el caso que empezó hace poco más de un año con las grabaciones de La Raza. La historia sigue enredándose y está empezando a romper el muro de contención que construyó el ex consejero de Empleo para evitar que salpicase a la Junta.

El documento difundido por el comité de empresa deja en evidencia no sólo la versión del que fuera titular de este área sino que abre interrogantes sobre la relación de determinados cargos del Gobierno andaluz con Mercasevilla.

El nuevo consejero, Manuel Recio, parece decidido a distanciarse por completo de lo que hubiera ocurrido en el equipo de su predecesor, pero con su actitud ha abierto incluso más interrogantes: si el director general Javier Guerrero fue cesado en 2008 por Mercasevilla ¿quiere decir que no sorprendió tanto lo que ocurrió un año después cuando estalló el escándalo? ¿Tiene algo que ver con el papel de Juan Lanzas, investigado por la juez por cobrar por una mediación en el ERE?


Inmunidad. Si el PSOE sigue sin encontrar la salida del callejón de Mercasevilla, IU parece ya inmunizada ante los intentos del PP de convertir a Torrijos en un actor principal.

Su proceso interno ya ha arrancado y se tendrá, finalmente, que votar si puede presentarse por tercera vez. Las primeras asambleas de IU siguen la línea del PCA: casi unanimidad.

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