La descentralización del Ayuntamiento ha sido un debate latente durante los tres mandatos de Monteseirín. En estos años se ha avanzado en la configuración de los distritos hasta acabar en un mapa con doce y se han reforzado sus servicios. Pese a esto, los dos grandes planes para crear pequeños ayuntamientos en los barrios se han quedado a medias.
El primero porque fue la base de las irregularidades del caso de las facturas falsas que desembocaron en el ingreso en prisión del que fuera director del distrito Macarena, José Marín. El segundo, porque las dificultades presupuestarias han invalidado los compromisos del pacto de 2007.
El presupuesto que gestionan los distritos es en estos momentos el más bajo del último lustro, con sólo 13 millones de euros, un 20% menos que en el ejercicio anterior. Apenas representa el 1,68% del presupuesto total de la Corporación.
De hecho, aunque la cantidad destinada a los distritos creció entre 2006 y 2009 nunca lo hizo al ritmo que aumentaron las cuentas sino que la proporción en relación con los presupuestos ha descendido progresivamente. No ha habido, por tanto, más financiación, ni tampoco más competencias pese al compromiso del equipo de gobierno.
El candidato socialista, Juan Espadas, quiere tomar el relevo y abanderar este eterno proyecto pendiente. Entre sus planes figura adelgazar la estructura de Plaza Nueva, repartir al personal entre los distritos e incluso habilitar una plaza de interventor en cada uno.
"Debemos conseguir una descentralización con más capacidad de gestión y un control absoluto de los distritos, y, si hace falta, poner un interventor en cada uno. Es un modelo parecido a la Junta. Será como los servicios centrales y las delegaciones provinciales. Desde los centrales se plantearán directrices y criterios, pero la gestión se lleva luego a cabo desde el barrio (...) Se trata de que tengan capacidad de gestión y de ejecución con un margen de maniobra lógico", apuntó el candidato socialista.
El proyecto en el que trabaja el equipo de Espadas tiene no obstante un límite definido: no puede derivar en un incremento de los gastos, sino en una reorientación de los mismos. Los socialistas intentarán adelgazar la estructura de Plaza Nueva y reforzar los doce distritos.
El primer gran intento de aumentar las competencias y la financiación de los distritos se produjo en el pasado mandato, cuando se concedió más margen de maniobra y se permitió a las oficinas contratar obras sin control.
El resultado fue el caso Macarena y una cierta autocrítica por el descontrol administrativo. En 2007 llegó el segundo intento, recogido en el pacto de gobierno especialmente a instancias de IU. La federación llegó a reclamar que una cuarta parte del presupuesto lo manejasen los distritos. Finalmente, todo quedó en un acuerdo de buenas intenciones: "Deben ser como pequeños ayuntamientos (..) Es fundamental incrementar sus competencias y dotarlos de presupuesto suficiente".
Al igual que PSOE e IU, el PP también llevó en 2007 en su programa la necesidad de profundizar en la descentralización e incluso llegó a proponer entonces la creación de un ayuntamiento para Sevilla Este. ,
