Toros

Espartaco reaparecerá en la Feria

El veterano diestro sevillano le dará la alternativa a Borja Jiménez el Domingo de Resurrección. Por ahora, el testigo de la ceremonia sigue siendo Manzanares

el 21 feb 2015 / 19:22 h.

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Imagen-espartaco La definitiva espantada de Morante de la Puebla –merecerá un análisis más detenido en el Observatorio Taurino que publicaremos en papel el martes– ha puesto en marcha el plan B que la empresa Pagés nunca habría querido activar. La trepidante sucesión de acontecimientos que han sucedido a la confirmación de las ausencias de la mayoría de los toreros de la primera fila exigía jugar cartas que, a priori, no figuraban en la agenda de los empresarios sevillanos. La primera noticia, avanzada en Twitter en la madrugada del pasado sábado por Manolo Molés, ya mostraba el esbozo de la particular contrarreforma al boicot del renovado G-4 o, aún no lo sabemos, de ese concentrado G-3 que sólo sirve para confirmar una certeza: la guerra contra la empresa que rige los destinos de la plaza de la Maestranza sigue abierta y hay un sector profesional –sea cual sea su motor– que quiere ver a los Pagés fuera de Sevilla. La pregunta es... ¿te quitas tú para que me ponga yo? Esa confrontación no gozaría de la unanimidad de la profesión. El veterano diestro Palomo Linares ya condenaba la rebelión de coletas y la creación del monopolio de la FIT en un reciente acto organizado por la Fundación Cajasol. Pero la inclusión de Espartaco como sorpresiva base de la Feria de Abril confirmaría que el toreo anda dividido. Sólo así, más allá del dinero, se entendería la reaparición de una de las figuras más importantes del último cuarto del siglo XX para salvar una Feria, una plaza y una afición a la que se querría haber interpelado puerilemente en busca de una toma de partido que no se ha producido. La única traducción práctica a todo este embrollo ha sido el derrumbe definitivo de un abono que ya andaba en caída libre cuando se anunciaban los mismos que ahora renuncian a torear en Sevilla alimentando una pescadilla que se muerde la cola. Las sucesivas ausencias de Perera –el torero que ha sido más claro en sus planteamientos–, El Juli –enojado por la secuenciación de acontecimientos que le habrían convertido en segundo plato– y Alejandro Talavante –que comparte apoderado con el diestro de La Puebla– habría dado un vuelco a los planes iniciales de Eduardo Canorea y Ramón Valencia. Morante –y el resto de la tropa– habrían colocado el temprano encaje de Manzanares como chivo expiatorio de la falta de un acuerdo que, visto lo visto, se antojaba irremediable. El propio Morante habría colocado a los empresarios en el centro de una diana que, hablando en plata, sólo busca su revocación al frente de la gerencia del coso del Baratillo. La filtración, con pelos y señales, del contenido del mensaje enviado por el diestro cigarrero al alcalde de Sevilla confirmaría las definitivas intenciones de esta reacción coral que escenifica un segundo asalto después del plante del pasado año. Después de todo lo pasado es hora de poner las cartas boca arriba. El cartel del Domingo de Resurrección está hecho pero no se habría firmado aún. Fuentes muy cercanas a Juan Antonio Ruiz Espartaco confirmarían lo que ya es un secreto a voces en todas las esquinas del toreo: el veterano maestro volverá a vestirse de luces el próximo 5 de abril, Domingo de Resurrección, para darle la alternativa a uno de sus discípulos predilectos. Hablamos del joven novillero espartinero Borja Jiménez, que ayer mismo volvía a su pueblo después de recoger los premios que le acreditan como novillero triunfador de la reciente feria der Valdemorillo. Los toros serían de Juan Pedro Domecq y el testigo de la ceremonia sería Manzanares, único torero que –hasta ahora– no se habría movido de esa lujosa fecha a pesar de las presiones que habría recibido para romper el acuerdo alcanzado con Canorea y Valencia. Algunos quieren ir más allá –estaríamos hablando de una intoxicación informativa en toda regla– asegurando que el diestro alicantino ha contemplado seriamente la posibidad de volver a ausentarse de la plaza de sus mejores triunfos. Pero todo hace indicar que Manzanares será fiel al escenario que lo convirtió en gran figura. Quedan muy pocos días para saberlo.

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