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Esta huelga de jueces

Hace unas semanas hablaba yo, como tantos otros lo hacían, de la huelga de jueces, así, en abstracto; como tanta gente hablaba, entonces y ahora, de lo mismo. De la huelga y de los jueces. Sobre si los jueces pueden o no ponerse en huelga; por decirlo...

el 15 sep 2009 / 21:56 h.

Hace unas semanas hablaba yo, como tantos otros lo hacían, de la huelga de jueces, así, en abstracto; como tanta gente hablaba, entonces y ahora, de lo mismo. De la huelga y de los jueces. Sobre si los jueces pueden o no ponerse en huelga; por decirlo un poco más fino, sobre si tienen o no reconocido el derecho. El debate es de calado, y buenos juristas lo han afrontado; yo también, menos bueno, como jurista dedicado a los asuntos del trabajo, y éste lo es. Tengo mi criterio al respecto, que ya he escrito y dicho; me parece que la tienen, que deben tenerla; no es lo mismo, pero a estos efectos es casi igual: que hagan la huelga, y que a ésta se le trate como a una legal. Los datos normativos son poco claros, siendo optimistas; y se pueden encontrar importantes argumentos para apoyar que sí y que no. Por eso yo pienso que hay que interpretar que sí, porque hablamos de derechos fundamentales, de los jueces, y por eso tenemos que buscar lo más favorable a éstos; de los otros derechos afectados, los de los justiciables, se trata en un momento posterior, el de fijar los servicios mínimos. Pero no quiero repetirme, sino hacer una nueva reflexión. Me parece claro a estas alturas que el debate de fondo no es si la Constitución, los Tratados y las leyes dicen una cosa o lo otro, sino qué postura adoptamos ante este conflicto concreto que estamos afrontando. Esta huelga, con sus asociaciones actuando de consuno sobre temas muy diversos; con su ministro repartiendo candela; con su caso Mari Luz, que es el caso Tirado; con su Consejo General del Poder Judicial dividido, por una vez, por corporaciones y no por partidos; con su utilización fraudulenta de las juntas de jueces. Cada uno tiene su posición sobre esta huelga, por interés o por simpatía; y a partir de ella analiza el derecho de huelga de los jueces. Nadie se opone a esta huelga; sólo que los jueces no tienen el derecho. Nadie la apoya; sólo es claro que sí lo tienen, y pueden hacer con él lo que quieran. Un debate jurídico basado en un apriorismo, si nos gusta o no esta huelga, si interesa o no a nuestras posiciones, de qué colectivo o partido somos. Mientras tanto, con todo lo que se dice, ¿hablamos de la huelga de los jueces, o de esta huelga de jueces?

Catedrático de Derecho del Trabajo

miguelrpr@ono.com

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