Al Getafe le puede quedar el resquemor de que podía haber ganado porque en los veinte últimos minutos ha tenido el partido excesivamente controlado, llegaba fácilmente al área. Hemos jugado casi 70 minutos con diez, veníamos de un partido el miércoles y lo hemos notado", alegó Paco Chaparro para explicar la gran inferioridad de su equipo ante el Getafe en la segunda parte.
También criticó veladamente a los jugadores por no respetar el sistema que planteó en el descanso: "Lo que pedía era pararnos con un 4-4-1-1 para proteger las bandas, pero el Getafe metió a Albín, que nos rompió esa parte central, y ha habido un cierto desorden, no nos paramos en el sitio adecuado. Metimos a Rivas de central y a Arzu en el medio porque Emana se iba y dejaba muchos espacios, pero no ha podido ser", argumentó el técnico, que añadió: "Estás ahí gritando, pero no se enteran de nada". Y como mínimo curioso resultó que admitiese que Emana "se tiene que adaptar a la Liga española, por eso le hemos buscado un sitio delante de los pivotes".
"Confío en sacar al equipo adelante, porque los que gritan son tan béticos como yo, y estamos entrando en una dinámica que no me gusta. No me gustan los gritos, pero la afición tiene su opinión, y además este es el cuarto año así. Ahora nos toca poner a este equipo donde se merece; si no, más de uno tendremos que salir corriendo", agregó luego Chaparro, que acabó con una confesión: "En estos momentos estoy sufriendo bastante más que el año pasado".
