Panorámica del nuevo puente de Cádiz, que comunicará Puerto Real con la capital. / EFE
Cantaba la chirigota del Selu, Viva la Pepi, en 2012 al Puente de la Pepa, dando su visto bueno a la enorme extensión de la infraestructura «pues como está Cádiz, todos los gaditanos acabaremos viviendo debajo de un puente». Han pasado ya de aquella copla dos carnavales y para el tercero hay quien tiene ya listo el disfraz, pero el Puente de la Constitución sigue en obras.
Como buen culebrón, todo aquel que lo desee podrá seguir en directo a través de internet el final de los trabajos. El Ayuntamiento de Cádiz ha creado una web desde la cual se retransmitirá el avance de los trabajos. El consistorio ha lanzado el portal www.elpuentedecadiz.es, que posibilitará ver imágenes, que se emiten desde tres cámaras situadas en puntos estratégicos de la ciudad.
La versión 2.0 de la típica postal que muestra a personas de la tercera edad a pie de obra, contemplando a los obreros en su faena ha llegado a la Tacita de Plata. Un alivio para no hacer frente al desapacible viento del norte que sopla en la bahía estos días y que invita a estar en casa más que a estar a la intemperie pendiente de un andamio.
Según los técnicos, la obra está completada a un 85% y el día de la inauguración parece cada vez más cercano. En un principio, tal día debió celebrarse en 2012, pero los plazos no se cumplieron, luego la ministra de Fomento, Ana Pastor, habló de 2013, pero tampoco. Ahora parece que 2015 será al fin el año en el que se inaugure el Puente de la Constitución de 1812 tras idas, venidas, y decenas de paralizaciones de la obra por falta de recursos económicos. Sin embargo, no hay político tan valiente para dar la fecha en la que se corten los lazos y se hagan las fotos protocolarias: «Quizá a mitad del próximo año», dijo en su últimas declaraciones sobre el asunto la alcaldesa Teófila Martínez, aunque más como un anhelo que otra cosa.
De momento, más allá de para hacer fotos espectaculares y cambiar el paisaje de entrada a la ciudad, el puente no saca al gaditano de su eterno escepticismo. Las promesas de prosperidad ya salen tal como entran del oído del sufrido habitante de la ciudad más antigua de Occidente. De coplas pocos saben más que él, y ya le cantaron la misma con la Expo del 92 y con el Bicentenario de la Constitución. Así que es normal que en aquellas latitudes las bondades sobre todo lo que traerá el puente a la ciudad suenen a plagio.
Sin embargo, en este caso, políticos, empresarios y sindicatos comparten opinión: el Puente de la Pepa será un empujón para la economía de la ciudad cuando se inaugure, un día de éstos.
