Cinco reconocidos grafiteros, Bonim, Ome, Sex, Logan y Ed, pintaron ayer un enorme dibujo en la pared trasera de la estación de Plaza de Armas que puede verse perfectamente desde el puente del Cachorro, un caso inédito en este tipo de arte urbano en toda España, donde los grafitis suelen ocupar espacios mucho más discretos.

"Lo han pintado por la mañana, en un rato", decían ayer con cierto asombro trabajadores de la estación de autobuses, en la que no quedó más huella de los grafiteros que gran cantidad de botes de pintura en los cercanos contenedores de basura.

El dibujo representa "a un ángel que desde el cielo, con una especie de arma en alusión a la Plaza de Armas, cuida de un niño dormido que está soñando con Sevilla", según explicó ayer a este periódico Juan José Laguna, promotor de los grafiteros. Aunque el Ayuntamiento, promotor del dibujo, les concedió completa libertad para decidir el tema, los grafiteros decidieron hacer "guiños" a la ciudad con discretas alusiones, como naranjos en el bosque que el niño se está imaginando o una mujer que parece vestida de flamenca y que está rodeada de círculos que emulan a los farolillos, y en los que pueden verse motivos como la Torre del Oro, la Giralda o las setas de la Encarnación.

"Lo difícil ha sido coordinar el dibujo porque son grafiteros de muy alto nivel y con estilos diferentes, pero estamos satisfechos", aseguró Laguna, que considera que "Sevilla ha dado un paso grande al proponer este dibujo en una entrada de la ciudad, un lugar por el que pasan todos los sevillanos, con lo que en poco tiempo se va a convertir en un grafiti muy conocido. No hay precedentes en España".

Tres de los artistas, Logan -uno de los más reconocidos en España-, Ome y Ed son sevillanos. Sex -el niño de las pinturas- es granadino y tiene numerosos dibujos en esta ciudad, y Bonim nació en el País Vasco pero vive en Sevilla desde hace tiempo. Varios participaron en un proyecto de Emasesa para pintar con grafitis tres enormes torres de agua, de hasta 60 metros, en febrero de 2008. Usaron grandes grúas y la iniciativa se difundió a nivel nacional.

Los bocetos han recibido el visto bueno del Instituto de Deportes, que con motivo de la inauguración a principios de año de una segunda pista de skateboard, propuso pintar todo el entorno de las pistas que hay a espaldas de la estación con grafitis, por la estrecha relación que existe entre estas actividades, según explicaron fuentes del área municipal de Deportes.

De paso, se han cubierto otros grafitis de menor calidad que se habían realizado en la zona de forma espontánea. El Consorcio Metropolitano de Transportes, que gestiona la estación de autobuses, también ha dado su visto bueno.

El proyecto se completa con otras tres zonas de pinturas, que probablemente se aplazarán a principios de enero por culpa de la lluvia: el muro que separa la zona de skaterboard del parking de la estación, que se cubrirá con motivos relacionados con el skate, el patinaje y las bicicletas; dos torres de unos ocho metros de altura en las que "se podrán hacer algunos dibujos más elaborados" porque tiene más espacio disponible, y por último un muro en el que se permitirá participar a grafiteros aficionados. El Ayuntamiento proporcionará las pinturas, y la empresa Microlibre realizará una preselección para asegurarse de que los participantes, a los que se exige experiencia, tengan la calidad mínima para que el resultado sea bueno.