El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, terminó ayer con la ambigüedad que ha rodeado su disponibilidad a participar en la comisión de investigación del fraude de los ERE y anunció formalmente que acudirá a dar su versión de los hechos. El PSOE incluirá su nombre entre la lista de comparecientes, a petición del presidente. "Debo decir muchas cosas que son importantes. Hay algún partido político de la derecha que tiene una conclusión y a partir de ahí quiere establecer unas secuencias", dijo ayer en Granada, informa Europa Press.
En las últimas dos semanas, Griñán ha insistido en que quería comparecer para explicarse y para rebatir "las mentiras" que estaba vertiendo el PP contra él, pero enseguida miembros del PSOE y de su Ejecutivo replicaban que no había ningún motivo para que el presidente andaluz compareciera en la comisión . Los socialistas no habían cambiado de opinión ayer, pero entienden que Griñán quiera "defenderse de la caza" que han emprendido los populares. El portavoz del PSOE en la Cámara, Mario Jiménez, insistió en que "Griñán no puede aportar nada" a la comisión, pero le pareció "comprensible" su solicitud por "la necesidad de una persona que se está viendo escopeteada". Jiménez dejó entrever que el PSOE también gestionará la comparecencia del expresidente Manuel Chaves . "El grupo hablará con él y se decidirá de común acuerdo, pero ya ha planteado su voluntad de acudir", dijo. Fuentes socialistas aseguraron que otros miembros de la Junta y del gabinete anterior comparecerán.
PSOE, PP e IU formaron ayer la sesión constitutiva de la comisión de investigación del fraude en los expedientes de regulación de empleo pagados con fondos públicos. Hacía 17 años que no se creaba una (desde 1995), y ésta última se ha formado después de que el grupo socialista la haya vetado hasta diez veces a lo largo de la legislatura pasada.
A partir de ahora se antoja un proceso difícil. Los primeros indicios de esto ya se vieron ayer, con la elección del presidente de la comisión, Ignacio García (IU). Fue elegido por consenso de los dos grupos que forman Gobierno, y el PP lo interpretó como la primera señal de que PSOE e IU "han pactado una hoja de ruta para no llegar a la verdad". El portavoz popular, Carlos Rojas, denunció que la comisión será "un paripé", un procedimiento "descafeinado". Rojas recordó a IU que, estando en la oposición, solía defender que la comisión de los ERE estuviera presidida por un partido distinto al que gobierna. Los socialistas respondieron que todas las comisiones de investigación que se han celebrado en comunidades gobernadas por los populares estuvieron presididas por el PP. En medio de este cruce de acusaciones, el portavoz de IU, José Antonio Castro, defendió que la presidencia recaiga en su compañero Ignacio García, que hará las veces de "árbitro". "Mucho nos tememos que va a haber un continuo choque de trenes entre los dos partidos mayoritarios", aseguró. Los miembros del PSOE en la comisión, elegidos de la segunda fila política, fueron los únicos que no ofrecieron ayer su visión sobre el proceso. En su nombre habló Jiménez que, al ser preguntado, sostuvo: "El PSOE organiza su grupo como considera el grupo".
