Nada más cosechar un voto de rechazo del 30% a su candidatura a la secretaria general del PSOE-A, José Antonio Griñán dijo sentirse con manos libres para hacer una ejecutiva excluyendo a los críticos. Lo ha cumplido. A su mesa política no se sentarán quienes no le han votado.
En San Vicente solo entraran sus amigos. Ni siquiera con Jaén, provincia donde los críticos son la inmensa mayoría, hubo negociaciones. Al secretario provincial de los socialistas jiennenses, Francisco Reyes, lo llamaron a negociar pasada la madrugada. Cuando ya el vicesecretario general del PSOE andaluz, Mario Jiménez, había anunciado oficialmente la lista de los nombres principales que iban a integrar la dirección andaluza.
Al líder de los socialistas de Jaén, mano derecha de Gaspar Zarrías durante años, tampoco le pilló de sorpresa. Ya se había reunido con los críticos y estaban cerrando las listas alternativas al Comité Federal y al Comité Director. En ambos casos son socialistas jiennenses de peso, Francisco Vallejo y Felipe López, quienes lideran las listas alternativas. En ambos órganos se sentarán voces enfrentadas con Griñán.
En el órgano federal habrá 14 griñanistas y siete críticos. En el andaluz habrá 33 críticos y 67 griñanistas.
La nueva dirección andaluza cuenta con 33 miembros -doce de ellos vocales- y 22 caras nuevas. El onubense Mario Jiménez es el nuevo hombre fuerte del partido al frente de la Vicesecretaría General. Será la "pieza clave", según señaló Griñán. Otra de las novedades más significativas es la incorporación de la sevillana Amparo Rubiales a la Presidencia del partido. Rubiales, al margen de su amplia trayectoria política e institucional, es amiga íntima del presidente.
Uno de sus apoyos más firmes en las horas bajas. Sustituirá a la malagueña Rosa Torres, cuyo papel ha sido devaluado a la Secretaría de Formación y Nuevos Afiliados.
El histórico José Caballos volverá a la ejecutiva andaluza ocho años después de su pulso con Manuel Chaves. Ocupará la Secretaría de Economía. El sevillano ha pasado de liderar la oposición a Susana Díaz a integrarse como un peso pesado de los que apoyan a la consejera de la Presidencia en su asalto a la Secretaría General del PSOE de Sevilla.
Atendiendo a las cuotas territoriales es Sevilla, con ocho representantes, la que ha salido mejor parada. Todos son afines a Díaz. Hay solo dos miembros de Jaén, ambos críticos con la dirección provincial de Reyes, el exalcalde de Andújar Ángel Menéndez y Cristóbal López Carvajal.
El resto de provincias cuentan con cuatro representantes en la nueva dirección a excepción de Huelva, con tres. El gaditano Juan Cornejo ocupará la Secretaría de Organización, con menos competencias. Una de las estrellas, la secretaría de Ideas, estará ocupada por el catedrático de Hacienda Pública José Sánchez Maldonado.
Ahora queda ver cómo evoluciona la herida socialista. Ninguna de las dos partes en liza muestran voluntad de diálogo ni atinan a decir cómo podría ahora el PSOE andaluz salir del atolladero. Todos están en las batallas provinciales. A los griñanistas se les ha oído decir que ya han cambiado Almería y Cádiz y que ahora toca Jaén.
Los críticos llevaban días reuniéndose en Antequera y Sevilla. Una foto de la madrugada del sábado con Luis Pizarro, Francisco González Cabañas, Josele Aguilar, Joaquín Dobládez, José Rodríguez de la Borbolla y Francisco Reyes definiendo su estrategia señala quiénes dirigen a los críticos. Todos van a por todas.
