Fue sin lugar a dudas uno de los más prolíficos de los historiadores peruanos y el más importante especialista en la época virreinal.
Fue también "un ejemplo de vitalidad y tesón en el trabajo de investigación" y era académico de honor de la Academia de las Buenas Letras de Sevilla, ciudad con la que mantenía un vínculo indisoluble.
Es por eso que la capital hispalense no ha olvidado al diplomático Guillermo Lohmann Villena (Lima, 1915-2005) y para que así quede constancia, el Archivo General de Indias inauguró ayer un busto con su figura que ha realizado la escultora María Ángeles Cordero.
Al acto asistieron su viuda, Paloma Luca de Tena, sus hijos y familiares, así como Jaime Cáceres, embajador del Perú en España; el cónsul adjunto del Perú en Sevilla, Luis Pablo Salamanca; y María Isabel Simó, directora del Archivo General de Indias.
La desaparición de Guillermo Lohmann Villena hace cinco años fue una significativa pérdida para el estudio de nuestro acervo documental.
