Decir que el mundo digital capea a sus anchas por nuestras vidas es casi una perogrullada. No escapa a nadie que el futuro pasa por la innovación tecnológica. Pero como telón de fondo, y ya implantada, tenemos una casi filosofía de vida: el respeto al medio ambiente. La sostenibilidad viene pisando fuerte en un sistema económico que busca su resurgir en sectores competitivos.
"Tanto si se calienta como si se enfría el planeta -hay opiniones de todo tipo- estamos obligados a conciliar el medio ambiente con el crecimiento económico". La sentencia es de Jesús Banegas, presidente de Aetic, patronal de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones y organizadora del III Foro TIC y Sostenibilidad 2010 que congrega entre ayer y hoy en Sevilla a más de 250 expertos. Como ágora para analizar las oportunidades de negocio que ofrece el sector y sus aportaciones al ámbito de las energías limpias, este foro trascendió en su primera jornada por erigirse el lema de que "la recuperación económica pasa por lo digital".
El secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, así lo apuntó en el acto de inauguración. "Un país que quiera avanzar y tener autonomía financiera no puede permitirse el lujo de no apostar de forma decidida por las TIC, porque por cada empleo directo se generan seis o siete indirectos. Es una necesidad, no una opción".
Sin embargo, la controversia surge cuando instituciones creen que "es el momento de que el sector privado dé el paso y aprovechar así la oportunidad para que España avance" y no pierda el tren de la economía sostenible. Pero, por otro lado, las empresas lamentan "la falta de planes públicos concretos para conseguir la eficiencia energética".
Es cierto que la austeridad acecha, como puso de relieve el consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, y "eso significa eficiencia". Aquí las TIC pueden ser claves "si se abren a nuevos mercados". A este respecto, Banegas matizó que "es normal que con la crisis se pongan límites al problema de los mercados financieros", si bien, criticó que no hay objetivos a corto plazo que obliguen a las empresas a actuar".
Con más o menos discrepancias, en la primera jornada del foro se apuntaron las enormes posibilidades que el sector puede aplicar a los recursos naturales. La gestión del agua, el ahorro de energía mediante la movilidad, el descenso de las emisiones contaminantes o la edificación sostenible se presentaron como puntas de lanza para reestructurar de algún modo el modelo económico.
