La histórica fábrica de Herba en San Juan se iba a trasladar a La Puebla del Río en 2009, pero el retraso en el PGOU de aquel municipio y el no saber si podrá vender los suelos en el paralizado mercado inmobiliario frenan la mudanza.
Primero, porque el Plan General de Ordenación Urbana -el PGOU, que especifica dónde se urbaniza y cómo- no está aprobado. Segundo, por la paralización del mercado inmobiliario y, por tanto, de la compraventa de suelos. Y tercero, por el cierre del grifo crediticio de la banca, que dificulta obtener la financiación necesaria que sufrague, al menos en parte, los 90 millones de euros de inversiones previstas.
Son las tres razones que adujo ayer el presidente de Ebro Puleva, Antonio Hernández Callejas, para justificar que haya "parado" el traslado de la planta sanjuanera de su filial arrocera Herba a la localidad de La Puebla del Río, que estaba llamada a convertirse en uno de los complejos alimentarios más relevantes del país.
De hecho, sobre las 16 hectáreas de terreno de una antigua gravera, Herba tenía proyectada un área industrial para dar cobijo no sólo a la planta de San Juan de Aznalfarache, sino también los molinos de arroz de Isla Mayor y Coria del Río. Cabe recordar, en este sentido, que Herba es líder mundial en envasado de ese producto, y que en el municipio sanjuanero, donde posee su sede social esta filial, se toman decisiones que ateñen a una veintena de países.
La bolsa de suelo que la arrocera dejaría libre en San Juan ronda las 6 hectáreas -el PGOU debe concretar usos- en una zona estratégica, al ubicarse en el Barrio Bajo, en la franja del río, a continuación de donde ya se ha habilitado un paseo fluvial y en una localidad con escasez de suelo para urbanizar.
Hernández Callejas, antes de pronunciar una conferencia en el Foro Innovatec, que organiza Cartuja 93 y patrocina Cajasol, concretó que no hay prisas para mudarse -"en San Juan de Aznalfarache estamos bien"-, aunque admitió la necesidad de hacerlo pues que la fábrica está rodeada de viviendas. Y para esa planta, quiere un trato como el dado en Sevilla a Heineken o Abengoa.
