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"Hice algo atroz, aún tengo pesadillas"

El acusado por el crimen de Laura Cerna reconoce que la descuartizó, pero no que la matara.

el 13 abr 2012 / 10:28 h.

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"Lo que hice fue atroz, pero lo hice inconscientemente, no para hacer daño". Con estas palabras se ha defendido Antonio Gordillo, el acusado de matar y descuartizar a la norteamericana Laura Cerna, que sólo ha reconocido que desmembró y tiró al río el cuerpo, pero no que acabara con su vida. Gordillo también pidió perdón a la familia porque "no quería hacer daño".

En la segunda sesión del juicio con jurado, el acusado se ha negado a contestar a las preguntas de las acusaciones y sólo contestó a la defensa y al jurado. Según su relato, estuvo todo el día consumiendo alcohol y cocaína y que cuando salió del trabajo se sentó en un banco a consumir una "raya" y que en ese momento llegó Laura y la compartió. Ellale siguió "porque quería tomar una copa más" y subieron al piso de Gordillo.

Según el acusado, bebieron varias copas y "Laura comenzó a bailar" tras lo que le pidió mantener relaciones sexuales. Él se negó y ella comenzó "a golpearse hasta que salió de la cocina con un cuchillo. Se me abalanzó y la empujé". Gordillo aseguró que ella se autolesinó, pero no explicó cómo lo hizo. "En ningñun momento he asesinado a nadie, os lo digo de verdad" dijo mirando al jurado.

Gordillo justificó que decidiera descuartizar y deshacerse del cuerpo de Laura en que "tenñia miedo, mucho miedo" y porque al día siguiente iba su novia al piso". "Por temor decido ocultar el cuerpo en lugar de llamar a la Policía", insistió. "No quiero seguir haciéndole daño a la familia", aseguró, "sé que la pérdida de ellos es más grande que la mía".

Asimismo, en la jornada de ayer también declaró una amigo del acusado, al que confesó el crimen a la mañana siguiente de cometerlo, lo que posibilitó su detención. "Tengo que quedar contigo, te tengo que contar una cosa que he hecho una locura", le dijo por telefono".

Ya en persona Gordillo le dijo que "había estado con una chica extranjera, que ésta cogió algo punzante del baño y que le golpeó. La mató", señaló, "tras lo que le dije que fuéramos a la Policía, pero se negó". Fue entonces cuando le contó que como "no cabía el cuerpo en la maleta le cortó la cabeza". Gordillo también le pidió a este amigo que le dejara el coche para poder deshacerse del cuerpo, pero éste se negó. El testigo fue esa misma tarde a la Policía Nacional que comenzó a investigar los hechos, aunque por entonces no se había denunciado aún la desparación de Laura. "Cuatro días después nos llegó la denuncia de su compañero sentimental, entonces nos dimos cuenta que coincidía todo, hasta la zona", explicó una agente de la Policía Nacional.

El testigo que denunció los hechos también explicó que la tarde del 209 de agosto de 2010, él y su mujer estuvieron comiendo con el procesado. "Estaba muy nervioso por temas personales y me contó algo que le había pasado con su madre, se puso a llorar y todo", tras lo que protagonizó un episodio violento "dándole puñetazos a un árbol".

Además de la mujer que le prestó el coche a Gordillo con el que se deshizo del cuerpo, que indicó que éste le dijo que necesitaba el vehículo "para recoger unas malestas del piso de su abuela en Triana", también declaró el hijo de Laura, Micchel Curtis y él marido de ésta.

Ambos negaron que Laura consumiera droga y afirmaron que bebía alcohol "como todo el mundo", pero nunca llegaron a verla ebria. Esa noche había cenado con ella y se marcho "a su casa, no me dijo que fuera a ir a algún sitio". "Era muy amable, siempre con su sonrisa. Me quedo con el recuerdo de su sonrisa dándome un beso".

El juicio, en el que Gordillo se enfrenta a más de 30 años de prisión, continuará el lunes con la declaración de los forenses que le hicieron la autopsia al cuerpo de la fallecida.

 


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