Cultura

Y ahora, que no sea flor de un día

Una Ley del Cine andaluza, cambios normativos, ayudas a la financiación o reforzar el papel de Canal Sur, entre las ideas para prolongar el buen momento del cine andaluz.

el 09 feb 2015 / 00:10 h.

Foto de familia con todos los ganadores en la ceremonia de los Goya del sábado brindando para celebrar el resultado. / Víctor Lerena (Efe) Foto de familia con todos los ganadores en la ceremonia de los Goya del sábado brindando para celebrar el resultado. / Víctor Lerena (Efe) El sector audiovisual andaluz no deja de darse palmaditas en la espalda desde la noche del sábado, consciente del peso en prestigio de la cosecha de 16 Goya (más de la mitad, porque se entregaban 28): los diez de La Isla Mínima, los cuatro de El Niño, el de Dani Rovira como actor revelación y el de Curro Sánchez como director del documental sobre su padre, Paco de Lucía: la búsqueda. A esto habría que sumar el Goya de Honor a Antonio Banderas y el simbolismo de que la gala estuviese plagada de guiños y presentadores andaluces, empezando por el propio Dani Rovira. Una vez escalado este Everest, de que por fin producciones andaluzas se llevasen los principales Goya tras casi tres décadas de premios, el siguiente paso es que esto no sea flor de un día, que no se quede en una hermosa noche de fuegos artificiales sin mayor repercusión en el futuro. «Esto no es un comienzo, es el resultado de muchos años de trabajo en los que se han puestos todos los elementos para que tengamos una industria competitiva y una manera identificable de hacer cine», señalaba ayer al respecto el presidente de la Andalucía Film Comission, Carlos Rosado. Los ganadores con La Isla Mínima, con sus diez Goya. / @juliodelarrosa Los ganadores con La Isla Mínima, con sus diez Goya. / @juliodelarrosa En parte con esa línea coincidía otro de los galardonados el sábado, Álex Catalán, premiado por su fotografía en La Isla Mínima, quien llamaba la atención sobre la importancia de hacer películas aquí para que cuenten historias de aquí y así mostrar la Andalucía real. Es, resalta, la mejor manera de acabar con los tópicos, con la imagen distorsionada que se sigue teniendo del Sur en buena parte de España. «Hay que seguir trabajando como hasta ahora, pero modificando la actual normativa, porque el audiovisual es muy cambiante y tenemos que adaptarnos a las nuevas situaciones de mercado», señala Gervasio Iglesias, productor de la película de Alberto Rodríguez. Y aquí surge la importancia del papel que debe de jugar Canal Sur, como productor y como exhibidor, «lo que pasa es que con el presupuesto que tiene está asfixiado». Coincide Rosado en la importancia de que el sector público se mueva. «Es urgente una Ley del Cine que establezca el marco del audiovisual», además de políticas activas para incidir en los aspectos en lo que la industria audiovisual andaluza «es más frágil, como las herramientas financieras y la internacionalización de los proyectos, porque suelen acudir a este mercado sin estrategias». Conectando con lo anterior, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, felicitó ayer al equipo de La Isla Mínima y a los restantes andaluces premiados, destacando «el liderazgo y solvencia de la industria audiovisual andaluza». La cinta vencedora en los Goya, por cierto, recibió una ayuda a la producción de 225.000 euros de la Junta, que «mantendrá su cooperación con proyectos serios, netamente andaluces y de calidad». Y de paso, Díaz recordó en su mensaje que ya se ha reunido dos veces con representantes del audiovisual andaluz para analizar sus retos y el proyecto de la Ley del Cine autonómica. A esto suma Carlos Rosado la propuesta de crear una Academia de las Ciencias y las Artes Audiovisuales de Andalucía, además de fortalecer un sector industrial muy profesional pero todavía en pañales. «Hay que tener la cabeza fría y seguir haciendo las cosas bien como hasta ahora», remacha Gervasio Iglesias.

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