Javier Irondo podría ser considerado un triunfador, pero no tanto por sus logros personales como por el modo en que ha capeado los temporales. Jugador de élite de jai alai en Estados Unidos, una lesión truncó su carrera y lo arrastró a una espiral autodestructiva. Podría haber escrito un libro de autayuda compartiendo la fórmula que le permitió salir del pozo, pero prefirió optar por la ficción. El resultado es Donde tus sueños te lleven (Oniro), la historia de David, un escalador accidentado que, como él, sale adelante a fuerza de fe en sí mismo.
"David y yo tenemos en común haber caído en las tinieblas de la vida y habernos hecho las mismas preguntas: si merece la pena seguir sufriendo, si alguien nos echará en falta cuando no estemos...", explica el autor. "Sin embargo, tuve que tomar distancia para que el libro no fuera mi historia, sino un demostración de la capacidad del ser humano para superar la adversidad".
Cuando se le pregunta si hay recetas más o menos universales para hacer frente a los problemas, no duda: "Cuando viajas por el mundo, ves que hay miles de culturas y creencias, pero las preguntas trascendentales nos las hacemos todos. Casi todos los seres humanos compartimos miedos, dudas, y casi todos buscamos conquistarnos a nosotros mismos, pues el éxito no es otra cosa que eso. Luego hay problemas específicos, cuestiones para las que cada uno tiene que buscar su respuesta".
Esto sirve también para las múltiples lecturas que pueden derivarse de cada persona que se acerque a Donde tus sueños te lleven. "Lo importante no es leerlo y saber una cosa, lo que importa es que te lo apliques. Tampoco basta con apuntarte a un gimnasio, si luego no vas. De hecho, este libro plantea que los resultados tienen un precio: el de convertirnos en la clase de personas que no hemos sido hasta ahora", agrega.
Para Irondo, el delicado momento que atravesamos es especialmente propicio para asomarse a este volumen. "Hay una crisis económica, que todos padecemos, y luego hay una ausencia de esperanza. Lo que trato de explicar es que tu pasado no determina tu futuro, pero sí son determinantes los pensamientos sobre tu futuro, que además pueden hacerte sufrir en el presente. Si no crees que puedas salir de un problema, será difícil que puedas salir. Lo primero es no dejar que el entorno nos domine tan fácilmente. La influencia negativa del entorno puede hacer que pase ante nosotros un elefante que se llama oportunidad, y no lo veamos", asegura.
Defensor de una vida que consista en la realización progresiva de los sueños, en un continuo crecimiento y aprendizaje, javier Irondo cree que "ahora muchos esperan que la sociedad cambie, pero la sociedad somos nosotros mismos. Cuando cambiemos nosotros, el mundo cambiará", apostilla el autor.
