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Economía

Iturri esquiva la crisis y mira a Brasil como su principal objetivo

El grupo sevillano facturó 200 millones en 2010 y crecerá vía compras

el 15 jun 2010 / 19:52 h.

Unidad de repostaje de combustible para el Ejército del Aire y bombas forestales para la Junta construidos por Iturri.

La empresa familiar sevillana Iturri, especializada en sistemas de protección, emergencias y contra incendios, ha puesto sus miras en Suramérica, y en especial en Brasil, para crecer en un mercado exterior que, junto a su tradicional política financiera de casi nulo endeudamiento, le han facilitado esquivar la ya larga crisis de la economía y parapetarse frente a los recortes previstos en las arcas públicas -la mitad de su negocio depende de contratos de las administraciones-.

El consejero delegado y miembro de la tercera generación de la saga empresarial, Juan Francisco Iturri, detalló ayer los resultados del grupo para un ejercicio, el de 2009, en el que la botella, comentó, cabe verla medio llena o medio vacía, dado que la facturación bajó un 5%, hasta 199,5 millones de euros, pero fue idéntica a la de 2007, antes de la crisis y de la bajada de la actividad industrial -y por tanto, de los pedidos- en España. Los beneficios, un 5,2% sobre el volumen de ventas. Se podía haber obtenido más, comentó el directivo, pero el percal era el que era.

El objetivo marcado en su plan estratégico habla de 500 millones de facturación en 2015, e Iturri señaló que era moderadamente optimista. "Tal previsión la mantenemos". La ampliación de los mercados exteriores, la diversificación del negocio y la permanente labor de investigación y desarrollo son las claves a seguir en los próximos años.

En cuanto al extranjero, Juan Francisco Iturri reveló que la empresa crecerá vía compra de empresas, con Latinoamérica -Brasil ante todo- como objetivo prioritario, además de Europa. Señaló que hay negociaciones, aunque sólo se cerrarán a medio plazo si la empresa es capaz de digerir las posibles candidatas con recursos propios -estamos hablando de firmas con un volumen de ventas de unos 12 millones-. Sólo si la banca aceptara como única garantía la empresa adquirida solicitaría un crédito. Es más, el directivo reveló que la compañía no se hizo con una rival de EEUU porque la entidad no se avenía a esa condición sine qua non. "Que todo esté controlado, sin pausa, pero sin acelerarnos". Ésa su política.

El año pasado, el 37% de la facturación de Iturri procedió de las ventas internacionales, frente al 15% del arranque de esta década, y el objetivo a largo plazo es llegar al 70%. En la actualidad, trabaja con una veintena de países, siendo muy dispares los productos, desde vehículos contra los incendios hasta botas militares, pasando por uniformes y vestimenta industrial y material para un quirófano, ya sean colchones, ya sean pijamas.

En fechas recientes, Iturri rubricó un contrato para modernizar y mantener los carros de combate del Ejército de Tailandia, su primera incursión en Asia, donde ya tiene una oficina comercial en China. Su principal mercado exterior es el inglés, seguido del polaco y el francés.

Es precisamente en el extranjero donde la firma sevillana -con fábricas en Mairena del Aljarafe y Tánger, especializadas en vestuario, La Palma del Condado, dedicada al calzado, y Alcalá de Henares y Utrera, que montan vehículos- pretende obtener los contratos de mayor envergadura, indica el adjunto al director general, José M. Cervantes. Pendiente está del concurso que el Ejército británico adjudicará en 2011 por 100 millones.

Para 2010, Iturri prevé que sus ventas se sitúen en 219 millones, un 10% más. Las perspectivas en España no son buenas, sí en el exterior.

Botas que recargan baterías y tejidos bacteriológicos 

Iturri es una de las compañías sevillanas que más presupuesto destina a I+D: 6,6 millones el año pasado. "Para nosotros, la investigación, el desarrollo, los sistemas informáticos, en este último caso por la complejidad de la logística, y el servicio a los clientes tras la venta son elementos críticos", señaló ayer su consejero delegado, Juan Francisco Iturri.

Son múltiples las investigaciones que la empresa tiene abiertas para desarrollar productos. Cuatro llaman poderosamente la atención. Primero, unas botas militares que, gracias a las pisadas, recargan la batería de los complementos de luz y electrónicos (luz nocturna, GPS, teléfono...) que llevarán los soldados combatientes del futuro. Segundo, tejidos inteligentes o funcionales, que cambian de color y espesor según las condiciones climatológicas, con mayor o menor protección térmica, y con propiedades bactericidas que pueden por ejemplo, desinfectar una herida. Tercero, tejidos bacteriológicos para los uniformes militares que repelen mosquitos de cara a una guerra bacteriológica.

Y, por último, prototipos de vehículos no tripulados que se utilizan, por ejemplo, para desactivar bombas.

Unas 20 personas conforman el departamento de I+D de Iturri -los empleados del grupo rondan el millar-, que colabora asiduamente con las universidades. No ha reducido plantilla pese a la crisis económica, pero sí ha fomentado la movilidad. "Y la gente ha respondido bien". 

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