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IU se distancia del PSOE y lo equipara a la derecha

El coordinador regional de la federación de izquierdas, Diego Valderas, acusa al presidente Griñán de asumir los recortes sociales del PP.

el 09 jun 2010 / 20:26 h.

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Diego Valderas, durante el Debate sobre el Estado de la Comunidad.
IU sintió ayer que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, le robaba las ideas. En la creación del llamado impuesto ecológico que gravará más productos contaminantes, como las bolsas de plástico, pero sobre todo en el anuncio de una mayor presión fiscal sobre las rentas altas. "Me dijo que nuestra propuesta de mayor presión fiscal a los más ricos pondría a la economía andaluza en una situación peor, y ahora la propone usted", dijo Diego Valderas.

 

El coordinador regional de IU reivindicó la autoría de esta medida y para zafarse del abrazo del oso de Griñán le acusó de haberse quedado corto y le exigió castigar con más impuestos a los ejecutivos, a los grandes establecimientos comerciales, a los propietarios de viviendas vacías o de suelo no edificado que están beneficiándose de plusvalías, además de recuperar el impuesto de Patrimonio.

En el arranque, el líder de IU le pidió al presidente que aclarase qué inversiones en infraestructuras van a anular para sacar casi 900 millones de euros y si habrá una reducción del 8% en los próximos presupuestos autonómicos. Una respuesta habría concretado más el diálogo, pero no la hubo. A partir de ahí, el debate entre Valderas y Griñán dejó de lado las propuestas y se convirtió en una discusión ideológica que se prolongó de forma monótona como una partida de ping pong. "Nos preocupa la deriva política del PSOE hacia pensamientos neoliberales", señaló Valderas. "Su teoría de si no está conmigo está con el otro, no sé dónde me sitúa a mí, pero sí a usted: en los extremos", respondió Griñán.

En el forcejeo por apropiarse del sillón de la izquierda, ambos políticos terminaron por acusarse de estar más próximos al PP que a planteamientos socialdemócratas. "Las propuestas que ha traído son de derechas, igualan a las del señor Arenas, que no le ha criticado su política de recortes porque coincide con ella", dijo Valderas. Griñán, en la réplica, se defendió de las críticas de IU a su política educativa en la misma línea: "No use argumentos que me suenan más propios de otra bancada".

Entretanto, los aludidos estaban casi todos ausentes de la Cámara, así que ni Arenas ni sus diputados presenciaron la pugna ideológica. Llegaron a un punto muerto cuando Valderas hizo una referencia electoral, a sabiendas de que una sangría de votos en el PSOE dejaría a IU con opciones de aliarse con el más fuerte. "No participaremos en ningún pacto de Gobierno ni ahora ni en el futuro que suponga más recortes sociales", le advirtió. "Cuando hemos estado juntos, ustedes han sido más moderados, pero también más de izquierdas", explicó el presidente, y terminó reconociendo la tesis principal de Valderas que había abierto el debate: "Puedo coincidir con el PP. ¿Por qué no? Eso no me invalida como interlocutor, y si cree lo contrario, aquí hemos terminado".

IU quería proyectar la idea de que Griñán baila entre dos aguas pero está más cómodo con las posturas del PP. Valderas también le acusó de dejarse manipular por los organismos supranacionales como el Fondo Monteario Internacional. "Europa le ha dado con el Banco Central Europeo en la cabeza, le ha atado de pies y manos. Por eso hago un llamamiento a la resistencia activa de los ciudadanos", dijo.

Hoy tocaba posicionarse

"Si lo último que le ha quedado a Griñán es sacarle otra vez lo de la pinza, las dos orillas y la momia de Lenin, es porque ha ido bastante bien". Tras el debate, en el entorno de Diego Valderas reinaba la autosatisfacción. El líder de IU apostó por un discurso muy ideológico, centrado en buscarle al PSOE y al Gobierno andaluz la doble moral burguesa, y el presidente hizo lo propio, rescatando la memoria de IU y sus flirteos con el PP de Aznar y de Arenas.

De tanto perseguirse el uno al otro, acabaron hablando de la economía de China y de Brasil, las que defendía Valderas, y a las que Griñán criticaba porque su crecimiento había dejado de lado el Estado de Bienestar. Jugaron al mismo juego, y cada uno usó los fantasmas del otro. Valderas citó a Felipe González, ex presidente del Gobierno socialista, que hace poco alertó de que el "poder financiero global condiciona el poder representativo". Y Griñán desempolvó a Marx y puso como ejemplo a Lula da Silva. "¿No me dirá que también es neoliberal?".

A algunos les sorprendió que en el arco de la izquierda parlamentaria hubiera habido más tensión y fricciones que entre el presidente y Arenas, que mantuvieron un discurso moderado y respetuoso. "Hoy tocaba posicionarse en la izquierda", dijeron desde IU.

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