Fiel desde sus comienzos al género de la narrativa breve, Juan Bonilla (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1966) vuelve a medir su talento en las distancias cortas con Tanta gente sola, su quinto libro de relatos, que acaba de ver la luz en el sello editorial Seix Barral.
Un poeta venido a menos al que contratan para la despedida de soltera de una de sus lectoras; un chaval capaz de todo por conseguir el cromo que le falta para completar su álbum; un lector embelesado con un cuento de Borges que toma la determinación de trasladarlo a la realidad; un tipo obsesionado con vencer desde casa al ganador absoluto de Cifras y letras; otro que se dedica a coleccionar ejemplares del libro Je me souviens, de George Perec... Así son las historias que contiene el nuevo libro de Bonilla, protagonizadas por seres que viven existencias corrientes pero sacudidas por la distancia entre la realidad y el deseo, representado éste por mundos paralelos como la televisión o las ficciones literarias.
De hecho, muchos piensan que los relatos de Bonilla se nutren en gran medida de metaliteratura, cosa que él acepta "sólo en el sentido literal del término, o sea, de ir más allá de la literatura. Me gusta la literatura que no se conforma con ser literatura, que quiere ser vida", explica el escritor. "Por otro lado, me gusta satirizar ese mundo de la sociedad del espectáculo y los medios de comunicación.
Metí aquel exitoso programa Hablar por hablar en El estadio de mármol, me inventé un concurso para La noche del Skylab, y ahora tomo Cifras y Letras para uno de estos cuentos. Me atrae la parte esperpéntica de todo ello", agrega.
Por otro lado, Juanm Bonilla asegura que "de todos mis libros, éste es el que más he tardado en sacar desde que lo terminé, por eso tiene casi dos años de revisiones", asegura. Ello ha propiciado, entre otras cosas, que varios personajes estén presentes en más de un relato, reforzando mucho la unidad del conjunto "no con el fin de simular una novela, sino porque todos los personajes aparecidos en los cuentos son secundarios, pero elevados a la categoría de protagonista", comenta el autor.
Sobre la efervescencia que actualmente parece vivir el relato corto en España, Bonilla opina que "no sé si habrá una primavera del género, pero lo seguro es que entre las novedades recientes hay 10 o 15 autores con nombre y pegada publicando libros de relatos, y esa es sencillamente la normalidad a la que aspiramos todos", apostilla.
«'Nadie conoce a nadie' es un coñazo insoportable»
En la rueda de prensa que Juan Bonilla ofreció en el fórum de FNAC Sevilla para presentar Tanta gente sola, un lector tomó la palabra para felicitarle por su novela Nadie conoce a nadie, que como se recordará vaticinó las famosas carreritas de la Madrugá de 2000. Luego del preceptivo agradecimiento, el escritor se mostró en desacuerdo con esta opinión y dijo que "Nadie conoce a nadie me parece ahora un coñazo insoportable, una novela fallida de principio a fin", y adelantó que el relato que dio pie a dicha novela será recogido en una próxima reedición de su celebrado volumen El que apaga la luz.
"No voy a hacerme el masoquista, pero lo mejor que puedo decir de Nadie conoce a nadie es que me permitió vivir de la literatura durante un tiempo, y eso sí se lo agradezco. Lo que sucede es que ya no me gusta, de la misma manera que una novela como Los príncipes nubios sí me sigue gustando".
Asimismo, este gaditano afincado en Sevilla señaló que su editorial no le obliga a entregar novela periódicamente. "Creo que Seix Barral se ha terminando acostumbrando a que todo lo que tenga que salir, irá saliendo a su tiempo", dijo.