Adrián R. Huber (EFE)
Un tanto del argentino Gonzalo Higuaín dio la victoria por la mínima al Real Madrid ante el Racing de Santander (1-0) en un partido que no fue nada vistoso y en el que los locales se anotaron su séptima victoria consecutiva, aunque lo hicieron, de nuevo, de forma sobria.
Los de Juande Ramos, que finalmente alineó de inicio al holandés Arjen Robben -repuesto de un resfriado-, celebraron su séptimo triunfo consecutivo, ante un Racing que venía de perder en Santander ante el Barcelona (1-2), pero que después de las claras victorias en Valencia o en el Sánchez Pizjuán sevillano llegaban a Madrid con ánimos de dar un nuevo golpe de efecto fuera de casa.
Los del asturiano Juan Ramón López Muñiz se presentaron en el Bernabeu sin dos de sus piezas clave, el sancionado Pedro Munitis y el argentino Ezequiel Garay, que lo tiene así establecido en su contrato de cesión al club santanderino por parte del Madrid.
Tras una primera parte anodina, el Real Madrid despertó al poco del intermedio, gracias a Higuaín, que culminó una gran acción personal y abrió el marcador en el tercer minuto de la reanudación, batiendo a Toño en la jugada que definió el partido.
El Madrid no alcanzó la reclamada excelencia en tiempos de Ramón Calderón. Tampoco la vislumbra, ni muy de lejos, con el nuevo técnico. Con Juande, los blancos se muestran grises. Pero ganan. Han sumado 21 puntos de 21 posibles. Puede que todo forme parte de un hipotético 'plan L', el de no forzar en exceso para intentar la explosión definitiva sorprendiendo al Liverpool en Champions. Porque de no ser así, no se descartan nuevas convulsiones en las gradas del Bernabeu.