Se llamaba Frances Ethel Gumm, aunque todo el mundo la recuerda por su nombre artístico, por su esto, y por haber sido una de las grandes estrellas de la Metro-Goldwyn-Mayer durante los años 30. Aunque sin lugar a dudas, Judy Garland, que es la actriz y cantante estadounidense a la que nos referimos, pasó a la historia del celuloide después de haberse calzado en 1939 unos mágicos chapines de rubíes, encarnando a Dorita en El Mago de Oz, legendaria película que le valió un Oscar. En aquella cinta entonó una canción mítica, Al final del arcoiris, que se convirtió -y la erigió- en todo un icono gay. Tomando prestado ese mismo título, el dramaturgo inglés Peter Quilter ha creado un musical, cuya versión española podrá verse en el Lope de Vega desde hoy hasta el domingo.
La actriz protagonista, Natalia Dicenta, cambia su melena rubia para lucir morena y con pelo corto y transformarse en la mítica Garland, de la que interpretará algunas de las canciones que la hicieron brillar durante su vida, como Get Happy, Come Rain or Come Shine, The Trolley Song, The Man That Got Away y Somewhere Over the Rainbow.
Mauro Muñiz y Nacho López completan el reparto de este pequeño musical, dirigido por Eduardo Bazo y Jorge de Juan, y salpicado de comedia, emoción, glamour y drama.
Y es que la obra no narra la época dorada de esta estrella, sino su declive junto a su prometido -futuro quinto marido-, Mickey Deans, dando una visión que muestra a una Judy_Garland que sobrevive como puede en un escenario de Londres._El texto de Quilter pone en tela de juicio el papel de la familia y los educadores en la vida de una niña destinada y obligada a ser estrella.
El espectáculo se centra en el momento en que la cantante y actriz prepara otra vuelta a los escenarios ayudada por un amigo pianista. Estamos en el año 1968, año en el que Judy quiere recuperar su corona de diva antes de retirarse definitivamente.
La obra muestra a una estrella en lucha contra su dependencia tormentosa de las drogas y el alcohol, que a pesar de sus cuatro matrimonios fallidos y el hundimiento de carrera en Hollywood, sigue siendo una mujer dura, con una personalidad arrolladora y un carácter notable armada hasta los dientes con su legendario ingenio afilado.
Este musical viene avalado por la crítica internacional, que ha sido implacable a la hora de otorgarle estrellas en países como Londres, Australia, Praga o Amsterdam.
Además, permite descubrir una de las facetas más desconocidas de Natalia Dicenta, su pasión por la música, concretamente por el jazz. Fue en el año 1999 cuando, por una llamada de Café Central de Madrid, surgió la oportunidad de desarrollar su potencial como cantante, que le ha llevado a realizar diversos conciertos, en los que demuestra, además, su manejo del inglés.
El público ha podido disfrutar de su voz repetidamente en Café Central, Club Clamores y Calle 54. En 2003 participó como vocalista en la edición del Festival Clásicos en Alcalá, en Alcalá de Henares, y en el Festival de Jazz de Madrid. En 2001, y de la mano de Teresa Vico, por entonces directora del Teatro Albéniz de Madrid, participó en la primera edición del Festival Madrid En Canto, junto a Pedro Guerra, Luis Pastor y Martirio. Ya en el año 2000 afrontaba su primer desafío en el marco del Festival de Jazz de Pamplona, del que salió airosa y convencida de que la música sería parte fundamental, no sólo de su profesión, sino de su vida.
Las funciones tendrán lugar a las 20.30 horas, excepto el domingo que la obra comenzará a las 19.30 horas. Las entradas tienen un precio de entre cuatro y 21 euros.
