Ni laSexta, ni Nitro. La batalla de Juego de tronos en abierto se librará al final este verano en Antena 3 después de que la cadena privada anunciara en un primer momento emitir en su canal temático la ficción de la HBO y luego amagara sobre su salto a Lasexta tras su absorción.
La producción, basada en la saga literaria ¡Canción de hielo y fuego' del escritor George R.R. Martin, ha concluido recientemente su segunda temporada en Estados Unidos, mientras que este lunes hizo lo propio en España de la mano de Canal +.
Juego de tronos (Game of thrones), creada por David Benioff y D.B. Weiss, se emitirá así en la cadena matriz del grupo Antena 3, que ha comenzado ya a promocionarla, confirmó ayer el grupo, que añadió que aún no tiene decidida una fecha exacta para su salto a la parrilla.
Esta confirmación llega, además, después de que el director de los canales temáticos de Antena 3, Bernd Reichart, concediera una entrevista al portal Vanitatis en la que dejó abiertas la puertas de laSexta, aunque sin citarla en ningún momento, a esta serie que ha logrado crear un nuevo fenómeno fan mundial.
Preguntado por si Nitro emitirá Juego de tronos, el directivo respondió directamente que ese es "otro tema de la fusión" en la que el grupo está inmerso con Lasexta. "Tenemos mucha estima al producto, por lo que va a tener la posibilidad de una ventana más prominente que la de Nitro", avanzó.
Al final se refería a Antena 3. Reichart adelantó no obstante que la serie tendrá "seguro después" un segundo pase en el horario de máxima audiencia del canal Nitro.
Hasta ahora, laSexta se ha caracterizado por acoger multitud de series extranjeras, como El mentalista, Vigilados: person of interest, The walking dead, Alcatraz, Navy o Bones, entre otras.
La producción Juego de tronos, que ya fue renovada por una tercera, obtuvo en su primera temporada dos premios Emmy (Mejor Actor Secundario para Peter Dinklage y Mejor Cabecera) y un Globo de Oro (también para Dinklage).
Por otra parte, la serie que se emitirá en Antena 3 ya ha eliminado la polémica careta de George W. Bush que simulaba ser una cabeza cortada y empalada, imagen que había causado las iras de los simpatizantes del Partido Republicano de EEUU, mucho más sensibles al estar el país en pleno año electoral.
