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Juegos de ayer y de hoy

Siete de cada diez padres andaluces consideran que los juegos del pasado eran más saludables que las fórmulas de ocio de sus hijos. Canicas vs. PlayStation, aunque lo importante es participar...

el 11 jul 2010 / 16:40 h.

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Atienda a la siguiente necrológica, porque si usted ha nacido antes de los noventa, podría incluso haber salido de su puño y letra: Antiguo Egipto - Nacimiento de la Play Station. Qué gran juego. El mejor de los divertimientos. Todo un arte. De vidrio, alabastro, cerámica, arcilla o metal. Contigo aprendimos a ganar y a perder. Inundamos el patio del colegio de hoyos, y obligamos a las madres a pegar rodilleras en nuestro chandal. En ocasiones te cascamos, a veces incluso queriendo, para que no te resbalaras; en otras te perdimos en apuestas. Pero nunca pensamos que no volveríamos a verte. Siempre estarás con nosotros. Canica, espéranos tras la raya. Entonces diremos: ‘cuarta, pie y vuelta al hoyo'.

Qué fue de ‘las bolas', del ‘trompo', de ‘las chapas', de ‘la comba'... Dónde fueron a parar ‘los tazos', ‘el yo-yo' y el cubo de Rubick. ¡A saber! Pero lo que sí saben aquellos que conocieron estos juegos es que la muerte de todos ellos fue provocada por otros dos que parecían -y aún hoy parecen- inofensivos: ‘comecocos' y ‘tetrix'. También saben los adultos que estos juegos de una infancia pasada eran más saludables que las fórmulas de entretenimiento de los niños de hoy.

Así lo indica un estudio que la Fundación Alimentum ha llevado a cabo para analizar la práctica de ejercicio físico y la alimentación equilibrada en los niños - así como la percepción de sus padres ante el asunto-. De él se desprende que siete de cada diez andaluces consideran que sus hijos tendrían una vida más saludable si dedicaran el tiempo de ocio -que no les falta, y menos ahora en verano-, a jugar al ‘escondite', a ‘pies quietos', al ‘corro' o al ‘un, dos, tres, pollito inglés'. Pero no es el caso, porque a día de hoy los únicos músculos que fortalecen los niños son los de los pulgares mientras juegan con la aniquiladora Play Station.

El II Sondeo de Opinión sobre Hábitos de Estilos Saludables señala además que el 96% de los padres creen que es muy importante que sus hijos realicen ejercicio físico, y que no lo hacen porque han abandonado los juegos de calle por otra formas de ocio basadas en el sedentarismo (ordenador, videojuegos, televisión). De hecho, casi la mitad de los niños andaluces de entre 6 y 17 años no realizan ningún tipo de actividad física diaria. Y se pasan el día ante pantallas luminosas y ruidosas...

Y bien es cierto que un patio de colegio de los ochenta poco tiene que ver con uno del siglo XXI. Ahora, sin cables o baterías de por medio, no hay manera de divertirse: que si el MP4, que si la videoconsola de mano, que si el móvil, que si el iPod... Por ello, el 70% de los padres andaluces piden el apoyo de los centros escolares en la tarea de educar a los niños en el ejercicio físico a través del juego. En este sentido, la profesora y doctora Marcela González-Gross ha señalado que la práctica regular de actividad física aporta, junto a la prevención del sobrepeso y la obesidad, "beneficios inmediatos, como mejoras en el crecimiento y fortalecimiento de los huesos, en destrezas y habilidades físicas, y en las capacidades cognitivas como la atención, la memoria y la toma de decisiones."

Y esto da pie a otro asunto: los juegos de hoy fomentan el individualismo -un niño solo ante la máquina basta para la diversión-, la competitividad y el liderazgo -cuando el niño está frente al rival en el videojuego, lo importante no es participar, sino ganar y pasar cuantas más fases mejor-. Se perdió el ‘corre que te pillo', y con él el valor del ‘por mí y por todos mis compañeros'. Ya se sabe, siempre queda el ‘remoto rosa', aquel en el que cualquier tiempo pasado fue mejor... ¿Nostalgia del adulto que desea volver a ser un niño? En este caso no. Las cifras aseguran que cada vez son más los niños que sufren sobrepeso y problemas sociales.


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