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Kaczynski remonta y se perfila como próximo presidente polaco

Polonia apura las últimas horas de la campaña electoral antes de los comicios de mañana domingo, cuando el liberal Bronislaw Komorowski y el conservador Jaroslaw Kaczynski lucharán por la presidencia del país, una votación para la que no hay un claro favorito y en la que puede suceder cualquier cosa.

el 02 jul 2010 / 20:34 h.

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Jaroslaw Kaczynski, candidato a la presidencia de Polonia
Bronislaw Komorowski, candidato a la presidencia de Polonia

Hasta ahora todos los sondeos daban como vencedor al candidato liberal, aunque una encuesta publicada ayer por el diario Rzeszpospolita sitúa a Kaczynski como ganador virtual con un 49% de los votos, sorprendentemente dos puntos por delante de su rival. Los analistas ya habían pronosticado semanas atrás que en la segunda vuelta de las presidenciales podría darse cualquier resultado, como de hecho ya sucedió en 2005, cuando todos los sondeos daban la victoria a Donald Tusk -hoy primer ministro y entonces candidato a la presidencia-, aunque finalmente fue Lech Kaczynski quien se convirtió en jefe de Estado de Polonia.

En esta remontada del aspirante conservador ha sido fundamental el debate televisado que mantuvo con Komorowski el pasado miércoles, donde según la mayoría de expertos se impuso claramente Jaroslaw Kaczynski.

Más allá de las predicciones de los sondeos y de los análisis políticos, ambos candidatos se entregaron ayer a un final de campaña en el que intentaron movilizar a sus simpatizantes, a la vez que cortejaron al electorado de izquierdas, decisivo en esta cita.

Al mismo tiempo Komorowski y Kaczynski también mantienen una guerra abierta para conseguir los votos del campo polaco, con unos once millones de votantes -más del 35% del total-, de los cuales casi la mitad participaron en la primera vuelta de junio. El campo apoya tradicionalmente a los conservadores de Kaczynski, quien ganó la primera votación en las zonas rurales con más del 45% de los votos, frente a un 31% de los apoyos recibidos por su rival, que sin embargo arrasó en las ciudades.

Ahora el campo ofrece casi un millón de votos más, con las papeletas que en la primera vuelta se repartieron el líder de la Alianza Democrática de Izquierdas, Grzegorz Napieralski, y el Partido Campesino del viceprimer ministro Waldemar Pawlak. Puesto que ni Bronislaw Komorowski ni Jaroslaw Kaczynski consiguieron la mayoría absoluta en la primera ronda de los comicios, celebrados el 20 de junio, en esta segunda vuelta los dos candidatos se ven abocados a batallar por el apoyo de los votantes de otros partidos, sobre todo el del liderado por Grzegorz Napieralski, el tercer aspirante más apoyado en la primera votación.

Junto con el electorado de izquierda y de las zonas rurales, los más de dos millones de indecisos serán también decisivos para determinar quien será jefe de Estado durante los próximo cinco años. Según el centro de demoscopia GFK, es posible que la mayoría de ellos se tienda a apoyar a Kaczynski, tal y como sucedió el pasado 20 de junio. El sondeo que publicó ayer Rzeszpospolita sitúa la participación de mañana en un nivel similar al de la primera vuelta, con un 54% de ciudadanos que acudirán a las urnas a depositar su papeleta, una cifra que incluso podría ser menor a causa del buen tiempo previsto para este fin de semana.

Además, mañana los polacos deberán decidir entre dos políticos de edad similar, que hablan de distinta forma pero dicen prácticamente lo mismo, ya que ambos tienen su origen en el sindicato Solidaridad y en la lucha contra el comunismo. Bronislaw Komorowski, actual presidente del Parlamento y jefe de Estado en funciones tras la muerte de Lech Kaczynski, es un político que para muchos carece de carisma, que representa una forma de hacer política más aburrida pero estable y responsable.

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