Ayer fue el día del homenaje a Achucarro, uno de los extranjeros más destacados de la historia del club, y éste ha coincidido en el tiempo con unos días en los que el sevillismo está despidiéndose del foráneo con más partidos jugados con la camiseta blanquirroja y uno de los artífices del mejor Sevilla de la historia, Frederic Kanouté, que ha valorado en la televisión oficial del club sus años en el club y la ciudad.
A la hora de destacar uno de sus partidos, el de Mali se quedó con la final europea ganada al Espanyol en 2007.
"Las dos finales de UEFA fueron diferentes. La primera fue como un sueño, nunca lo habíamos vivido. Pero la segunda fue como una confirmación del nivel que podía dar el Sevilla y que nos fijábamos en Europa como un equipo grande, por eso para mi fue más grande ganar la segunda. Para un deportista es importante mantenerse arriba y lo disfruté muchísimo", recordó.
También habló del partido de despedida de su afición del pasado sábado, en el que pudo marcar su último gol oficial en el Sánchez Pizjuán. "Fue un partido distinto. Estaba ansioso por jugar este encuentro. Volvía de un periodo de lesión que se preveía más larga pero con los fisios se ha trabajado mucho porque quería volver y dar una buena imagen y pude hasta marcar, gracias a Dios. El sabor del gol fue fantástico. Fue una alegría tremenda porque se lo quería ofrecer a la afición porque lo merecía. Nunca viví una cosa así, fue muy emotivo".Además, Kanouté quiso agradecer a todos los sevillanos el haber hecho de su estancia en la ciudad su mejor época. "El trato de todos los sevillanos ha sido magnífico. Tengo que agradecer a toda la ciudad, por supuesto a los sevillistas, pero también a los béticos, el trato que me han dado durante estos siete años. Me han hecho sentir muy bien. Ha sido la mejor época de mi vida, deportiva y personal", aseguró.
