Economía

La CAM salva ‘in extremis’ su SIP y acepta que Cajastur lidere

La alicantina había recibido un ultimátum del Banco de España

el 26 jul 2010 / 21:22 h.

El consejo de administración de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) dio ayer luz verde a la fusión fría o Sistema Institucional de Protección (SIP) con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, que daría lugar a la tercera caja del país, según una comunicación de la CAM remitida ya entrada la noche a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La entidad que preside Modesto Crespo acordó su incorporación al contrato de integración con aclaraciones que posibilitan que el banco resultante sea gestionado conforme a prácticas de buen gobierno, indicó la CAM en un comunicado.

El consejo de administración de la caja valenciana dijo sí tras valorar las ventajas que la constitución de uno de los grupos de cajas de ahorros con mayor fortaleza y proyección de España supondrá tanto para los clientes, como los empleados y la sociedad en general.

De hecho, el SIP dará lugar al tercer grupo de cajas de España y el quinto del sector financiero español, con una cifra de activos superior a los 135.000 millones de euros y un volumen de negocio en torno a 160.000 millones de euros. Tras esta decisión del consejo de administración, el equipo directivo de la CAM dijo estar "muy satisfecho" por la culminación de este proceso "que permite a la entidad alicantina formar parte de uno de los SIP más potentes del mercado financiero español".

"El buen hacer y la flexibilidad de las cajas participantes han posibilitado un acuerdo propio de una entidad moderna, fuerte, solvente y bien posicionada para competir en el actual contexto financiero, y que está llamada a liderar el sector", indicaron desde la dirección de la caja alicantina.

Lo cierto y verdad es que es un alivio para la CAM y, en general, para el conjunto de las finanzas españolas.

El Banco de España convocó el pasado día 16 una reunión de urgencia para abordar este SIP y dio de plazo hasta ayer para tratar de reconducir la situación después de que el día anterior el consejo de administración de la CAM aceptara la fusión fría pero no ciertos aspectos relativos al Gobierno Corporativo.

En concreto, la caja valenciana se negó a aceptar la delegación de funciones en el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, que ocuparía el cargo de consejero delegado del SIP. En este sentido, el consejo de la caja reafirmó la necesidad de que la soberanía que ceden las cajas "la reciba y administre el consejo de administración del banco y, a través de éste, el consejero delegado".

Por su parte, Cajastur respondió a la CAM que el SIP entre ambas cajas, Caja Extremadura y Caja Cantabria se debía aceptar "en todos sus términos" o se rechazaba.

Según el protocolo aprobado por el Banco de España el pasado 29 de junio, el presidente de Cajastur ostentaría este cargo por un período de seis años, prorrogable automáticamente por otros seis si no hay un acuerdo entre los miembros del consejo de administración.

Además, el consejero delegado tendría las facultades de nombrar a los dos directores generales y determinar las funciones que tienen que desarrollar; un poder que buena parte de los consejeros de la entidad alicantina rechazó.

Cada caja mantendrá su personalidad jurídica, su implantación regional de negocio minorista, así como sus órganos de gobierno y obra social.

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