Los fontaniegos están de enhorabuena, sobre todo porque muchos de ellos tienen gran parte de culpa de la próxima reapertura de la iglesia de Santa María la Blanca, más conocida como la catedral blanca de la Campiña así la denominó el Cardenal Bueno Monreal. El 6 de diciembre tendrá lugar la reinauguración oficial de la parroquia tras su restauración, después de que tuviese que cerrar debido al mal estado en el que se encontraba allá por el 2004. Pero, una semana antes, algunos afortunados vecinos han podido ser testigos de la intervención a la que ha sido sometida. Y es que el área de Turismo del Ayuntamiento y la Comisión para la Restauración creada para este fin han organizado, durante todo el fin de semana, visitas guiadas a unas obras que han supuesto más de 1.200.000 euros, de los que unos 400.000 han sido aportados por los fontaniegos mediante rifas, barras, veladas, compra de losas de solería o donativos varios, algo que «debería ser ejemplo para otros pueblos». Por eso, muchos han querido ser partícipes del abismal cambio para bien, como no podía ser de otra forma que ha sufrido este emblema local.
De esta forma, grupos de unas 20 personas al principio se limitó el aforo a 15, pero la gran demanda obligó a ampliar las plazas han disfrutado antes que nadie de la luminosidad que de nuevo desprende la nave central donde, según indicó Francis González, uno de los guías y miembro de la comisión, se ha llevado a cabo el mayor trabajo. Desde esta gran sala se puede contemplar el nuevo artesonado mudéjar, que fue la principal causa del cierre dado que, desde su extensa techumbre, se filtraba el agua de la lluvia y provocaba desprendimientos. Asimismo, el impresionante retablo barroco del altar mayor ha sido intervenido gracias a un convenio entre la Facultad de Bellas Artes y el Ayuntamiento, que ha permitido la consolidación de las piezas sueltas, así como la limpieza total del retablo y el retoque de parte del dorado, llevado a cabo por un equipo de estudiantes liderado por los restauradores Antonio Gamero y Agustín Martín.
Pero no sólo se ha mejorado la parte más vistosa de la parroquia, sino que, para modernizar la construcción al completo, se ha renovado la instalación eléctrica, se ha invertido en un sistema de detección de incendios y se ha puesto una conducción en todo el entorno para evitar que la humedad no llegue a las paredes. Además, se han automatizado de momento y hasta que haya más ingresos dos de las campanas de la torre, las cuales, junto al resto de campanas de Fuentes de Andalucía, anunciarán, con un repique vespertino el viernes a las 17.00 horas, uno de los acontecimientos más esperados en el municipio. No en vano, el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, presidirá la eucaristía inaugural del sábado, como una muestra de la implicación no sólo económica de la Archidiócesis en la restauración.