La resolución unánime del Tribunal Supremo (TS) de ordenar al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) la reapertura de la causa contra el presidente valen-ciano, Francisco Camps, y otros dirigentes populares por un presunto delito de cohecho impropio por aceptar regalos de la trama Gürtel ya está acarreando los primeros quebraderos de cabeza a Mariano Rajoy, líder del PP.
El PP valenciano quiso escenificar desde el mismo miércoles un cierre de filas alrededor del president en una junta directiva regional convocada de urgencia. Sin embargo, la ausencia del presidente del PP de Alicante, José Joaquín Ripoll, identificado como cabeza visible del denominado sector zaplanista y crítico con Camps, fue más que notable.
Así, el presidente provincial del PP de Alicante aseguró ayer que el miércoles no acudió "conscientemente" a la reunión que arropó a Francisco Camps. En declaraciones a los periodistas tras inaugurar una cumbre empresarial, Ripoll declaró que sobre este asunto prefirió ser "parco en palabras", pero dejó claro que, además de él, también decidieron no ir a Valencia "las personas que conforman la ejecutiva provincial del partido y que representan al PP en esta provincia".
Ripoll, identificado como cabeza visible del denominado sector zaplanista en la Comunidad Valenciana, liderado en su día por el ex ministro Eduardo Zaplana, prosiguió que la dirección nacional del Partido Popular sí "conoce" sus razones sobre su decisión del miércoles y, sin querer aclarar las mismas, confió en que haya "tiempo para seguir ampliando las conversaciones y posibilidades de diálogo".
Intentando evitar una fractura pública, el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, aseveró que los militantes del PP no se merecen que sus dirigentes se "enreden" en "complejas batallas internas", en referencia a la ausencia de Ripoll a la junta directiva regional.
Pons también descartó que el partido se esté planteando nombrar a otro candidato para la presidencia de la Generalitat valenciana, pues sólo maneja "un plan A", consistente en que Camps se mantenga en el cargo y que sea el cabeza de lista en las próximas elecciones autonómicas.
En la misma línea, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, recordó que el propio Camps dijo el miércoles que era inocente y que se iba a defender porque nadie se puede creer que un presidente de una comunidad autónoma se venda por tres trajes. Asimismo la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, defendió "la inocencia" del presidente de la Generalitat "como político y como persona".
Mientras en privado crece la preocupación por el caso Campos. Miembros de la dirección nacional del PP consultados por Europa Press han expresado su preocupación por la decisión del TS de reabrir la causa de los trajes y coincidieron en que, en esta tesitura, Camps debería marcharse y ahorrar al PP valenciano y nacional el "calvario que se avecina". A un año de las elecciones autonómicas, temen que se repita el "infierno" que se vivió con el tesorero Luis Bárcenas.
