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La Centuria Macarena recopila toda la obra de Alberto Escámez

el 15 sep 2009 / 21:26 h.

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Promete convertirse en el disco de la Cuaresma. Por vez primera un doble CD antológico recogerá el repertorio íntegro para bandas de cornetas y tambores del considerado padre del género, el músico militar Alberto Escámez. La Banda de la Centuria ultima la grabación de esta joya de la música procesional.

Cristo del Amor, Soleá, Nuestra Señora de Consolación y Lágrimas, Jesús El Rico... y así hasta casi una treintena de marchas. Pepe Hidalgo y los suyos han recopilado por vez primera en una doble grabación el legado íntegro para bandas de cornetas y tambores del recordado Albero Escámez (1896-1970). Las composiciones que se siguen interpretando en Sevilla, las que se dejaron de tocar y las que nunca llegaron a sonar aquí recobran vida de la mano de la Centuria en una grabación irrepetible.

Este trabajo ha sido posible gracias a la colaboración inestimable de la Banda del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga. formación para la que Escámez empezó a componer allá por la década de 1920 una serie de marchas procesionales que, a la postre, se convertirían en el origen del llamado estilo de cornetas y tambores, que tiene en Sevilla a la Centuria como principal exponente. Las excelentes relaciones que mantienen ambas bandas ha sido fundamental para que la formación malagueña, que custodia todo el archivo del músico militar, haya suministrado a la Centuria las partituras originales escritas por el propio compositor.

El primer adelanto de esta joya de coleccionista saldrá al mercado en plena Cuaresma de la mano de la casa discográfica Pasarela. Para bautizarlo se ha utilizado el título de una de las marchas más celebres del compositor nacido en Linares, Evocación. El primero de los CDs, cuya grabación finalizó la pasada semana, incluirá un total de 14 marchas, con títulos como La Dolorosa, Santísimo Cristo de la Sangre, La Virgen del Rocío, La Virgen llora o Al pobre Zaragoza, dedicada a uno de los componentes de la Banda del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga, mientras que el segundo volumen verá la luz a final de año con las restantes composiciones hasta un total de 27 marchas.

"Se trata de una obra única, puesto que nunca antes se habían recopilado y puesto a disposición de los aficionados a la música procesional todas las marchas conocidas de Escámez", subraya Santiago Álvarez, mayordomo de la Esperanza.

Al ser importadas a la Semana Santa sevillana por la desaparecida banda de la Policía Armada, muchas de las marchas de Escámez, dedicadas a imágenes malagueñas, fueron cambiadas de nombre, si bien en este trabajo recopilatorio se ha decidido respetar sus título originales. Es el caso, por ejemplo, de la composición Al Pobre Zaragoza, título que fue trastocado en Sevilla por Virgen del Buen Fin.

El director de la Banda de la Centuria, Pepe Hidalgo, ha disfrutado de lo lindo en la grabación de este trabajo. "Estas marchas son un auténtico tesoro y no debería ser olvidadas por nadie", apunta.

Algunas de las composiciones incluidas en el primer volumen jamás se han tocado en Sevilla, caso de Nuestra Señora de la Caridad, y otras han sido grabadas con el "ritmo más alegre" con el que las concibió Escámez, y no tan lentas como ahora se interpretan, como el caso de la marcha Nuestra Señora de Consolación y Lágrimas. "Hemos respetado al máximo las partituras de Escámez para que los aficinados se hagan una idea de cómo se tocaban estas marchas antiguamente, algo más rápidas que hoy", subraya el director.

Las buenas relaciones entre la Centuria y la Banda de Bomberos de Málaga fructificarán el 6 de marzo con la visita a la Basílica de la formación malagueña, donde interpretará un concierto coincidiendo con el quinario al Señor de la Sentencia.

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