El pasado 7 de mayo tomó posesión de su cargo la nueva consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés, de IU, y ya entonces apuntó que las líneas 2, 3 y 4 del Metro de Sevilla no eran una prioridad . Ayer, cuatro meses después, confirmó que la ampliación del metropolitano se aparca sine die por los recortes. No hay dinero. Como ya publicó este periódico tras su última comparecencia en el Parlamento, los grandes proyectos se aplazan incluso con el horizonte temporal del 2020.
Cortés ya marcó sus objetivos al recoger la cartera de su antecesora, Josefina Cruz Villalón, y no pasan precisamente por completar la red de Metro, sino por trabajar para los “doblemente golpeados por la crisis”, es decir, por los que han perdido su vivienda, y por el fomento de transportes públicos que no requieren grandes inversiones. La titular de Fomento y Vivienda anunció ayer en una entrevista con Europa Press que la Junta tiene previsto aparcar y aplazar “de momento” el desarrollo de las siguientes líneas del Metro de Sevilla debido a los recortes en obra pública, aunque añadió que pretende hablar con el Gobierno central para ver qué inversiones puede prever en materia de metros en el futuro Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (Pitvi).
Lo que choca de sus declaraciones es que asegura que cuando llegó a la consejería “no había nada programado sobre esas líneas 2 y 3”. Es cierto que no había fecha para el inicio de las obras de la 2, 3 y 4, ni para su adjudicación, pero sí había algo programado. Después de tres años de trabajo y 17 millones de euros gastados en la redacción de los proyectos constructivos de las tres líneas, el anterior Gobierno autonómico del PSOE prometió abrir el tramo de la línea 3 entre Pino Montano y el Prado en 2017, para lo que las obras deberían empezar el próximo año.
Sólo esta línea 3 –Pino Montano-Los Bermejales– cuesta 1.179 millones de euros, así que la financiación, evidentemente, era desde el principio el principal escollo. Por eso el PSOE puso sus esperanzas en el Banco Europeo de Inversiones y en el sector privado, a quien quiso atribuir todo el peso económico de la puesta en marcha de las obras.
Lo cierto es que este modelo de financiación no era bien visto por IU. Y es que el modelo de metro que defiende la federación de izquierda, socio ahora del PSOE en la Junta, dista mucho del diseñado. IU aboga por un metro más barato, con menos kilómetros bajo tierra, y totalmente público.
Todo ello, y sobre todo la crisis, ha podido con un proyecto que reclaman los ciudadanos y que tenía el buen antecedente de la línea 1 del Metro.
Con todo, la consejera indicó ayer que “la realidad del Metro de Sevilla” pasa por “dialogar con el resto de administraciones, incluido el Estado”, así como por “tener en cuenta que la movilidad sostenible de la ciudad y del área metropolitana no pasa exclusivamente por las líneas de metro, sino que hay otros transportes intermodales, otros sistemas de transporte público colectivo que el área metropolitana de Sevilla posee”.
Cortés, quien reconoció que por el momento no se ha reunido ni con el Ayuntamiento sevillano ni con el Gobierno central, precisó que no existe planificación alguna de las obras. “Prometer cosas que una no esté con la expectativa razonable de cumplir es hacer un engaño al ciudadano, y eso no lo voy a hacer”, aseveró. “Las cosas cambiarían si el contexto económico cambia y somos capaces de hacer cambiar las políticas de ajuste y hacer entender que lo prioritario es la obra pública”. “Invitaría a cargos públicos del PP que quieren que ese metro sea una realidad a que todos vayamos a Madrid a decirle a Rajoy que por ese camino no, porque si seguimos no podremos desarrollar obra pública, que genera empleo”, concluyó Cortés.
Lo cierto es que la Junta ya acometió en mayo un nuevo recorte de 571 millones en inversión pública dentro de su plan de reequilibrio financiero para cumplir con el objetivo impuesto por el Gobierno del PP y Bruselas de situar el déficit en el 1,5%. Se anunció que no se empezaría ninguna obra y que la prioridad era acabar lo que estaba muy avanzada. Desde 2009, la inversión pública cayó un 50%. La patronal andaluza cifra en 3.000 millones los recortes en este campo, de uno u otro gobierno, en estos últimos tres años, lo que ha hecho mella en un sector que perdió en cinco años más de 300.000 empleos.
Desde el Ayuntamiento, el grupo socialista instó a que el proyecto “no se meta en un cajón”, subrayando que su desarrollo sigue siendo “prioritario” para la ciudad. El PSOE local apostó por abrir un diálogo “franco y directo” entre el Ayuntamiento, la Junta y el Estado sobre el modelo de metro a realizar, “resolviendo las discrepancias y dejando de usarlo como arma arrojadiza”. La reacción del alcalde, Juan Ignacio Zoido (PP), no se hará esperar, ya que hoy mismo convocó a la prensa para darla a conocer. La confrontación con la Junta está servida.
La consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés, ha anunciado que la Junta tiene previsto aparcar y aplazar "de momento" el desarrollo de las siguientes líneas de metro de Sevilla debido a los recortes en obra pública, aunque ha apuntado que pretende hablar con el Gobierno central para ver qué inversiones puede contemplar en materia de metros en el futuro Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (Pitvi).