Economía

La diana andaluza de ser cuartos en España

Casi 100.000 millones de euros en activos suman las cinco cajas de ahorros andaluzas más la de Guadalajara

el 28 jun 2010 / 21:30 h.

La fusión de las cajas andaluzas tiene que despejar varias incógnitas según los planes de Griñán.

Puestos en la hipótesis de una gran -o única- caja de ahorros andaluza, sus números hablan de que la unión de Unicaja, Cajasol, Cajasur y Caja Granada -se incluyen Caja de Jaén, fusionada con la primera, y Caja de Guadalajara, agregada a la segunda- generaría la cuarta caja española por volumen de activos, sólo por detrás de Caja Madrid y su alianza con otras seis entidades -Bancaja entre ellas-, La Caixa -sumada con Caixa Girona- y el SIP que forjen la CAM, Cajastur, Caja Cantabria, Caja Extremadura y la intervenida CCM.

En concreto, esa anexión a la andaluza, impulsada desde el Gobierno regional que preside José Antonio Griñán, supondría contar en esta comunidad con una entidad que rozaría los 100.000 millones de euros en activos: 96.576,6 millones a cierre del pasado mes de marzo, según el balance de la patronal del sector, la CECA. La fusión fría de Caja Madrid, Bancaja, Caixa Laietana, Caja Segovia, Caja Ávila, Caja Rioja y la Insular de Canarias suma 340.000 millones; la unión de La Caixa y Caixa Girona arrojará 280.000 millones, y la liderada por la CAM y Cajastur, 135.000 millones.

Eso sí. Para la gran caja andaluza, que aspira a ser única -rescatándose la vieja aspiración de Manuel Chaves, ex presidente del Ejecutivo autonómico, y de su consejera de Economía, Magdalena Álvarez-, se ha de resolver una ecuación de varias incógnitas. La primera, que Unicaja y Cajasol decidan fusionarse, y abiertos están los contactos al más alto nivel directivo y político. La segunda, que Cajasur termine en manos de esas dos entidades en la subasta pública concebida por el Banco de España, cuyo resultado se conocerá antes del próximo día 15. Y, por último, que la entidad granadina se avenga a renunciar al SIP foráneo ya pactado con Sa Nostra, Caja Murcia y Caixa Penedès y opte por otro autóctono con la malagueña y sevillana y en el que el BEF (Banco Europeo de Finanzas, participado por las andaluzas) sería la sociedad central.

Cojamos el indicador de los fondos propios, que es uno de los que más se tienen en cuenta para analizar la fortaleza de una entidad financiera y calibrar su capacidad para captar financiación internacional. La fusión arrojaría unos 5.614,60 millones, según los datos a 31 de marzo pasado, si bien cabe recordar que en Cajasur bajaron estrepitosamente -apenas fueron 124,9 millones- ante sus abultadas pérdidas, que se han comido la mayor parte de su colchón y que el Banco de España está reparando con el dinero público.

La cartera de créditos se situaría en 69.274,5 millones de euros y en 68.752,36 millones la de los depósitos (o dinero de los clientes), de manera que el volumen de negocio (la suma de ambos conceptos) arrojaría 138.026,87 millones. Y para hacerse una idea: esa cuantía es cuatro veces el presupuesto de la Junta de Andalucía para el año en curso.

3.425,94 millones de euros es el valor contable (en libros) de las empresas en las que participaría la entidad fusionada, con amplios intereses en industria (por ejemplo, el grupo SOS o la aeronáutica Alestis), en las infraestrcturas (Abertis), energía (Iberdrola), servicios y telecomunicaciones.

Plantilla y red. La fusión de todas las cajas andaluzas crearía una entidad financiera con una plantilla de 15.356 trabajadores, siendo la segunda empresa privada de la comunidad por número de empleados, tras la multinacional sevilla Abengoa (más de 24.000, aunque buena parte de ellos fuera de España) y excluyendo a la Administración autonómica y las sociedades públicas asociadas.

Según datos de finales del pasado año, las cajas andaluzas -incluida Caja de Guadalajara- tendrían en conjunto 2.700 oficinas repartidas por todo el país, aunque principalmente en Andalucía, Castilla-La Mancha, el Levante, Madrid, Extremadura y Cataluña.

No obstante, las cifras de plantilla y red comercial son aproximadas, dado el goteo continuo de cierres y prejubilaciones que están acometiendo para ganar en eficiencia y productividad.

De hecho, el propio Banco de España ha estimado que los procesos de fusión emprendidos en España requerirán prescindir, según las experiencias ya habidas, de una quinta parte de sucursales y empleados. Sin embargo, estos recortes se suelen acometer por vías no traumáticas, como prejubilaciones y bajas incentivadas.

Por otra parte, los fondos para las actividades de Obra Social -típicas de estas entidades financieras- se situaban a cierre de marzo pasado en los 254,52 millones de euros, según los balances de la patronal de las cajas, la CECA.

En cuanto a los beneficios, dado que Cajasur entró en pérdidas el año pasado, no es posible hacer una estimación de los mismos con los datos de la CECA. El año pasado, sin contar con la cordobesa (596,33 millones en números rojos) sumaron 351,15 millones de euros.

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