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La Fiscalía pide dos años de cárcel para Rubén Castro

El ministerio público lo acusa de cuatro delitos de maltrato y un quinto de amenazas leves hacia su exnovia.

el 05 feb 2015 / 17:18 h.

Rubén Castro, cuando acudió a los juzgados de violencia de género / J.M. Paisano Rubén Castro, cuando acudió a los juzgados de violencia de género / J.M. Paisano La Fiscalía ha solicitado dos años y un mes de cárcel para Rubén Castro por cuatro delitos de maltrato y un quinto delito de amenazas leves hacia su exnovia, ya que considera que la agredió físicamente en cuatro ocasiones y le mandó un mensaje de texto amenazante a su teléfono móvil. Fuentes judiciales han informado a Europa Press de que el Ministerio Público ha pedido para el delantero del Betis nueve meses de prisión, privación del permiso para la tenencia o porte de armas por dos años y prohibición de comunicación o que se acerque a la víctima o lugar donde ésta resida por un periodo de un año y nueve meses, todo ello por el delito de amenazas. En su escrito de acusación elevado al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3, la Fiscalía también solicita para el futbolista cuatro meses de cárcel por cada uno de los cuatro delitos de maltrato, así como privación del permiso para la tenencia o porte de armas durante dos años y prohibición de comunicarse o acercarse a la víctima por un periodo de un año y cuatro meses. Las fuentes consultadas por Europa Press han precisado que el Ministerio Público también pide que Rubén Castro indemnice a la víctima con 360 euros. La jueza dictó auto de procedimiento abreviado contra el jugador del Betis por cuatro delitos de maltrato y un quinto delito de amenazas leves hacia su exnovia. También archivó la denuncia por agresión sexual y maltrato habitual que la joven había interpuesto contra el delantero canario. En el auto de procesamiento, la magistrada recoge que la relación entre ambos era “conflictiva” por ambas partes y estaba caracterizada por actitudes “de control, celos y agresiones”. De este modo, la jueza apunta que Rubén Castro habría agredido físicamente en cuatro ocasiones a su expareja, lo que habría quedado acreditado a través de los partes de lesiones aportados a la causa y de las manifestaciones de las propias amigas de la joven, que aseguraron que llegaron a observar que esta presentaba “marcas” y “lesiones físicas”. Por este motivo, la jueza lo procesó por cuatro delitos de maltrato recogidos en el artículo 153.1. Asimismo, la jueza procesó a Rubén Castro por un delito de amenazas leves (artículo 171.4 del Código Penal), pues relata que el jugador del Betis mandó un mensaje de texto a su expareja con amenazas hacia ella, algo que incluso reconoció el propio futbolista. Por el contrario, la jueza archivó la denuncia por agresión sexual interpuesta contra Rubén Castro al no estar acreditada y también la denuncia por maltrato habitual, ya que los informes técnicos emitidos por los equipos de apoyo de violencia de género han determinado que “no se ha producido una situación de control o dominio” por parte del delantero hacia su ex. Fue en mayo de 2013 cuando esta joven denunció ante la Jefatura de la Policía en Blas Infante que, sobre las 3.00 horas del 27 de mayo, una vez finalizado el partido entre el Betis y el Zaragoza, ambos se encontraban en una conocida discoteca ubicada en la avenida de la Palmera y comenzaron una discusión en el marco de la cual el futbolista le habría propinado “varios puñetazos y bofetones”. Según su denuncia, en la que aportaba un parte de lesiones, ambos salieron del local y el jugador del Betis la obligó a meterse en su coche, llevándola hasta un hotel de Nervión donde supuestamente se habría producido la agresión sexual, lo que motivó que Rubén Castro fuera detenido por la Policía al finalizar un entrenamiento en la ciudad deportiva, siendo trasladado al Juzgado de Violencia de Género. En su primera declaración judicial, el futbolista negó las acusaciones, tras lo que la jueza lo dejó en libertad con cargos y le impuso una orden de alejamiento de 300 metros respecto a la denunciante y la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio. Posteriormente, ya en agosto de 2013, la joven amplió su denuncia inicial contra el futbolista y la jueza le imputó, además de un delito de agresión sexual, un delito de maltrato habitual --hay que recordar que, inicialmente, le imputó un delito de agresión sexual y otro genérico de maltrato--. Tras esta ampliación de la denuncia, el delantero compareció nuevamente ante la magistrada y negó todos y cada uno de los nuevos hechos.

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