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La FP Básica de Wert sufre un desplome del 40% en la demanda de alumnos andaluces

Educación, que se resistió a implantar el nuevo modelo hasta última hora, denuncia el fracaso por haber quedado 3.000 plazas desiertas.

el 24 sep 2014 / 18:55 h.

Alonso con Valderas y Zoido este miércoles en el Parlamento andaluz de Sevilla antes de informar en el pleno sobre el inicio del curso escolar . /  Julio Muñoz (EFE) Alonso con Valderas y Zoido este miércoles en el Parlamento andaluz de Sevilla antes de informar en el pleno sobre el inicio del curso escolar . / Julio Muñoz (EFE) La FP Básica, el ciclo que introduce la ley Wert para alumnos con problemas de aprendizaje y que sustituye a los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), se ha estrenado en la escuela andaluza con una caída del 41% de estudiantes matriculados respecto al curso anterior. El cambio de modelo y la incertidumbre que ha generado la tardía y accidentada implantación del mismo en Andalucía –la Junta puso reticencias hasta el último momento y amagó con disminuir la oferta- ha supuesto que casi 3.000 plazas hayan quedado desiertas, algo inédito en este tipo de enseñanzas donde hasta ahora había lista de espera para entrar.   El Gobierno andaluz ha concentrado todo su rechazo a la reforma educativa del PP en la FP Básica, definiéndola como una vía de segregación temprana del alumnado con peores notas. El objetivo, decían, era separar a los repetidores del resto, dirigirles hacia una formación que difícilmente les permitiría obtener el graduado escolar, y lograr así mejorar las estadísticas de fracaso escolar, puesto que estos jóvenes dejarían de computar en la Secundaria en pruebas de evaluación como el informe PISA. Así que este miércoles el consejero de Educación, Luciano Alonso, ha utilizado el dato del desplome en las matriculaciones de la FP Básica en el inicio del curso escolar para rearmarse de razones en su crítica a la Ley Orgánica para la Mejora Educativa (LOMCE). El resultado es que, después de que la Junta planificara a contrarreloj la implantación de la FP Básica en todos los institutos donde se venían impartiendo los PCPI, hay un 41% menos de estudiantes matriculados. “No recuerdo ningún caso como éste, con tan poca demanda y tanto rechazo. Éste es un modelo educativo que nace muerto”, ha dicho Alonso en el Parlamento.   La consejería no ha aclarado si esos alumnos, de 15 a 17 años, han optado por repetir curso, seguir en la Secundaria, pasarse a ciclos de grado medio de FP (para mayores de 16 años) o abandonar la escuela sin culminar sus estudios. PSOE e IU interpretaron que “Andalucía ha dado la espalda a la contrarreforma educativa del PP”. Los populares, en cambio, han denunciado que “casi 10.000 alumnos no podrán cursar la FP Básica” porque la consejería “ha trampeado con la oferta y la demanda” de la FP Básica. “Es impresentable, han dejado a cientos de alumnos en la carretera”, ha asegurado el portavoz del PP-A, Rafael Salas.   Según los datos que ha aportado Alonso, Andalucía ha ofertado este curso el mismo número de plazas en la FP Básica que en los extintos PCPI, que el año pasado se cubrieron casi en su totalidad: 14.188 personas han demandado estos programas –menos teóricos y enfocados a la formación práctica para un oficio- y se cubrieron 10.522, mientras que con la FP Básica se han cubierto 8.421 y han sobrado casi 3.000. En las grandes ciudades es donde ha existido menos demanda, en Sevilla se han quedado el 39% de las plazas libres, en Granada el 54,2% y en Cádiz el 41%. Alonso ha puesto el énfasis en que el alumnado de 17 años, el que más demandaba los PCPI, ha bajado cuatro puntos en la matriculación de estas enseñanzas. “Los estudiantes que veían como última posibilidad de obtener la titulación en ESO y mantenerse en el sistema educativo se matriculaba en PCPI, ahora opta por otras vías para continuar su formación como las pruebas de acceso a ciclos de grado medio”, ha advertido. El Gobierno andaluz ha intentado hasta el último momento que el Ministerio de Educación postergara la implantación de la FP Básica, pero cuando se ha hecho evidente que no había vuelta atrás, ha ampliado en 100 horas troncales el currículum oficial del ciclo (en la ley consta de 2.000 horas) para dar un mayor margen a quienes quisieran prepararse las pruebas libres para obtener el título de Secundaria. También se ha ampliado la ratio de 20 a 30 alumnos por aula, aunque ahora muchas de esas plazas han quedado vacías.   VÍCTIMAS DEL PULSO ENTRE GOBIERNO Y JUNTA   La FP Básica es la respuesta de la ley Wert a la llamada atención a la diversidad, la enseñanza para los alumnos con más problemas de aprendizaje. En el primer borrador de la ley, este nuevo ciclo que se bifurcaba de 3º de ESO no permitía el acceso al graduado escolar. Luego el Ministerio ha rectificado y ha habilitado un puente a la Secundaria, previo examen. Pero la Junta ha seguido en contra de esta fórmula y ha centrado en ella el recurso contra la ley ante el Constitucional. Tras anunciar que sería rebelde, pero no insumiso, Alonso ha empezado a preparar la implantación de la ley Wert en Andalucía y anunció que pondría en marcha 425 unidades de FP Básica. Esa decisión ha sobresaltado a todos los sindicatos de profesores, que sehan manifestado en la calle porque la oferta anunciada suponía un recorte de 76 unidades públicas (de las 826 actuales) y 24 concertadas (de 212). 110 aulas de PCPI se perdían en la conversión del modelo hacia la FP Básica, es decir, 2.000 plazas menos para alumnos con dificultades de aprendizaje y, según los sindicatos, un ajuste de personal de 200 profesores. Al final la consejería ha rectificado a menos de dos meses del inicio del curso. Todos los institutos que el año pasado impartieron los PCPI han ofertado el primer ciclo de FP Básica: 501 unidades, que además se amplían hasta las 505, con un total de 9.860 plazas. Pero, después de tanto vaivén, unas 3.000 han quedado desiertas.   Los cursos de PCPI no eran de oferta obligatoria en los institutos, y los ciclos de FP Básica sí. Cada unidad, según la Junta, tiene un coste de 130.000 euros. El Ministerio de Educación avanzó que este nuevo ciclo sería financiado con fondos europeos, pero no aclaró cuándo llegarían esos fondos de Bruselas y si las comunidades debían adelantarlo.

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