Sebastián López, un alumno de 17 años del Juan de Mairena, fue propuesto por su instituto al premio extraordinario de Bachillerato de Andalucía al obtener una nota final de 8,78. En la Selectividad logró que su media para acceder a la Universidad subiera hasta el 9,41, pero no le ha bastado para entrar en ninguna de las seis primeras opciones que había elegido para estudiar. Su primera elección fue Ciencias de la Actividad Física. La eligió en la Pablo de Olavide, en la Hispalense y en Granada, pero en las tres la nota de corte ronda el 10,3. Después eligió Fisioterapia en Sevilla y en Cádiz, con notas superior a 11. La siguiente opción fue Nutrición y Dietética, con un 12 de tope. La prioridad de Sebastián era estudiar alguna carrera relacionada con el deporte, pero en la primera adjudicación, que se dio a conocer ayer, le han concedido su séptima opción: Periodismo, con una nota de corte de 9. Sucede que todas las carreras que eligió Sebastián -de la rama de Salud- han sido las más afectadas por la afluencia de alumnado de FP que, por primera vez, competía en el mismo cupo general por una plaza con los alumnos de Bachillerato que hicieron la Selectividad.
Los técnicos de FP han desbancado a los bachilleres en Ciencias de la Actividad Física (54,4% frente al 45,5% en la UPO) y en otras titulaciones muy demandadas de Sanidad, como Podología, Enfermería o Fisioterapia. En las demás ha habido competitividad, pero también un mayor equilibrio, como en Odontología (68% de Bachillerato; 32% de FP), o Psicología (87% de bachilleres; 23% de FP). El número de técnicos que ha logrado entrar ha dejado fuera a bastantes estudiantes cuya nota de Selectividad no ha superado la media de los alumnos de FP. Pero esto ha ocurrido en estas titulaciones cuya nota de corte es intermedia (oscila entre el 8 y el 11,5). Sin embargo, la Secretaría General de Universidades advierte de que apenas ha tenido repercusión en la franja de carreras con notas de corte más altas (entre 11,5 y 14). En esta franja está Medicina, donde sólo han entrado cuatro alumnos de FP.
El sistema de acceso a la Universidad que se ha estrenado este año daba preferencia a los técnicos de FP, porque no tenían que hacer un examen de acceso, como los de Bachillerato. Simplemente les bastaba su nota final de FP para entrar, más la media de las dos asignaturas donde más puntuaron. Así que estadísticamente partían con calificaciones más altas que los compañeros de Bachillerato, y sin la presión del examen de Selectividad.
Las universidades andaluzas pronosticaron que este sistema haría que los alumnos de FP terminaran desbancando a los de Bachillerato en algunas carreras, y ese vaticinio se ha cumplido finalmente, con mayor o menor incidencia, en las titulaciones relacionadas con la salud, donde el 74% (3.035) de los admitidos proceden de Bachillerato y Selectividad, y el 26% (1.060), de FP superior. En el resto de carreras con números clausus, el 82,6% de los admitidos (23.301) son bachilleres, y el 17,3% de FP.
Hasta el año pasado había un cupo reservado en cada titulación para los técnicos de FP -7% para licenciados y 30% para diplomados-, pero este curso ese cupo se ha roto, abriendo las puertas de todas las carreras y produciendo un "efecto llamada". En la primera adjudicación, el cómputo global es de 26.336 admitidos que provienen de Selectividad y 5.944 de la FP, según la Consejería de Economía e Innovación. El repunte de estudiantes de FP es "más alto" que el del año pasado (también se contabiliza la convocatoria de septiembre del año pasado y de junio de este año). El cupo restringido del 7% que existía antes para FP, se ha rebasado en algunas carreras y en otras no, y el del 30% ha sido ampliamente rebasado en casi todas.
Medicina, Enfermería y Primaria, las más elegidas
En Andalucía hay 368 títulos de Grados y los más demandados han sido tres: Educación Primaria (desbanca a Traducción e Interpretación), Medicina y Enfermería. Primaria no existía hasta ahora. Es el resultado de la fusión de las seis ramas de Magisterio, que desaparecen como diplomaturas y se convierten en un Grado. De Magisterio siempre quedaban vacantes, pero de Educación Primaria se ofertaron 4.673 plazas y ha quedado gente fuera.
Sin embargo, la primera adjudicación no es definitiva. Los alumnos que quieren estudiar, por ejemplo, Medicina, suelen apuntarse a todas las facultades, dentro y fuera de Andalucía. Eso produce muchos desplazamientos de alumnos y mucha rotación. Así que la nota de corte también fluctúa mucho, y puede que ahora esté en 12,2, y en la adjudicación de septiembre baje un par de puntos. En algunas titulaciones hasta se triplica el número de personas que entra en julio y septiembre. El año pasado, en Medicina, el que se quedó el número 380 en lista de espera, terminó entrando en septiembre en la Hispalense. Eso varía según la oferta y la demanda de plazas cada curso.
