La Universidad de Sevilla ha remitido a la Consejería de Educación una propuesta para conseguir desbloquear la situación que tiene a cerca de medio millón de estudiantes del Máster Universitario en Profesorado en Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas (MAES) sin garantías de prácticas. El desencuentro que podría llegar a su fin mañana mismo tiene su origen en el pago de dichas prácticas a los tutores. La Universidad de Sevilla entiende que este pago es de "dudosa legalidad", mientras la Consejería sigue pidiendo que sea la Universidad la que lo asuma. Como para la Hispalense era, y es, "prioritario", que sus estudiantes de MAES hagan las prácticas obligatorias, la solución planteada a la Consejería es la de prorrogar por un año el convenio del año pasado, lo que implica que, este curso, será de nuevo la Universidad de Sevilla la que abone las prácticas. La decisión de prorrogar no es sólo de la Hispalense. La comparten, según fuentes del Rectorado sevillano, el resto de universidades andaluzas. De hecho, mañana martes el portavoz de las Universidades Públicas Andaluzas (UPA) se reunirá con los secretarios generales tanto de Educación como de Innovación para negociar el fin de este conflicto. Las universidades adoptan esta decisión, según las fuentes consultadas, pese a que es la Consejería de Educación la que cambió el pasado mes de noviembre las condiciones pactadas. Estas pasaban porque la labor de los tutores de las prácticas sería acreditada y reconocida por las universidades en sus baremos de contratación y por Educación en la provisión de puestos docentes y de promoción profesional. En ningún caso, el pago por impartir esas prácticas.
