En los Juzgados de la capital no se ha suspendido ni un solo juicio de los previstos para hoy, y otro indicador del escaso seguimiento de la protesta es que sólo tres de los 157 secretarios judiciales que hay en la provincia la han secundado. La normalidad ha sido la tónica dominante tanto el edificio del Prado como en Noga, donde se concentran juzgados de lo Social, lo Penal y los dos de lo Mercantil.
En la Universidad de Sevilla sí se ha notado la huelga, por lo pronto porque la puerta del Rectorado, en la Fábrica de Tabacos, ha amanecido cerrada con cadenas de motos. En el profesorado es difícil evaluar el seguimiento, ya que la mayoría de los centros han acabado ya los exámenes, aunque en el personal de servicios se cifra en un 60% los trabajadores que han parado. Como ejemplo, sólo había una persona (los servicios mínimos estipulados) en las secretarias de Geografía e Historia y de Filología, así como en el Registro General. En el Rectorado ha habido en general poca actividad durante toda la mañana.
En cuanto a los exámenes, en Filología no se ha suspendido ninguno de los 11 previstos para hoy, mientras que por ejemplo en Ingenieros se han cambiado de fecha todos los que iban a hacerse. Precisamente uno de los pocos incidentes se ha producido cuando un grupo de alumnos ha intentado interrumpir un examen que se realizaba en la Facultad de Derecho.
En la Pablo de Olavide, por su parte, el seguimiento también ha sido desigual aunque todavía no se han ofrecido cifras. También desde aquí se destaca que la actividad está bajo mínimo pero por el hecho de que la mayoría de las clases ya han acabado.
Mientras, en la Delegación de Hacienda hay hoy poco movimiento, ya que se une que numerosos trabajadores están secundando los paros y muchos ciudadanos, conscientes de que esto podía producirse, no han ido hoy a realizar gestiones.
En el capítulo de incidentes, sobre las 11 se produjo una pequeña confusión en la Puerta de Jerez, donde había ya un importante número de trabajadores concentrados con vistas a la protesta que se iba a desarrollar a las 12. En ese momento llegó un tranvía que empezó a pitar para que le dejaran circular, lo que algunos entendieron como que el conductor se unía a la huelga y no se apartaron del trayecto, con el consiguiente susto.
