En respuesta a una pregunta sobre las declaraciones del portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, sobre la homosexualidad, el también obispo auxiliar de Madrid y secretario de la CEE no valoró sus palabras, pero insistió en recordar la postura de la Iglesia.
"Todas las personas, con independencia de su conducta, son dignas de un respeto absoluto", señaló, y, por tanto, defendió que "no es legítima ninguna discriminación". En cualquier caso, apuntó que la Iglesia ve la conducta homosexual como "desordenada", aunque reiteró que "de ahí no se deriva que se pueda discriminar". Duran i Lleida manifestó el pasado martes en su página personal que al igual que se celebra la "salida del armario" de una persona, debía apoyarse el paso de la homosexualidad a la heterosexualidad. En cualquier caso, remarcó que la homosexualidad no era una enfermedad.
Las palabras del político catalán también fueron rechazadas ayer de "forma contundente" desde la sectorial de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales del PSC, quien calificó las declaraciones del político nacionalista como "aberrantes" e "impropias de un dirigente del siglo XXI". En este sentido, Ricardo Castro, de la sectorial de este colectivo del PSC, lamentó que un político de la "talla" de Durán i Lleida "salga en defensa de psiquiatras que se ofrecen a curar a los homosexuales modificando su orientación sexual con fármacos o terapias".
Según Castro, es "inconcebible tolerar unas declaraciones de este tipo" porque, la homosexualidad "no es una enfermedad. Con estas declaraciones, opinó Castro, el líder nacionalista "ha dejado entrever su verdadera ideología retrógada y conservadora" que representa a la derecha "más rancia". En el mismo sentido, la portavoz de ICV, Laia Ortiz, acusó ayer a Durán i Lleida de "fomentar la homofobia" con sus comentarios a favor de las terapias que "curan" la homosexualidad, y advirtió de que CiU "puede suponer una amenaza" para los avances conseguidos en derechos y libertades.
El colectivo homosexual también recibió el apoyo de la Asamblea de Ma¬drid, que ayer aprobó una declaración de condena a aquellos países que "no respetan los derechos de las personas y discriminan a los homosexuales". El escrito especifica que la declaración de Derechos Humanos de la ONU reconoce "el principio de no discriminación por sexo" y que la Constitución Española garantiza igualdad de todos los españoles".
Por otra parte, los matrimonios entre personas del mismo sexo, sumaron el pasado año 3.412 y son los hombres mayoritariamente los que los protagonizaron (64,8%), según la Federación estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, que cita datos del Instituto Nacional de Estadística. Este colectivo contabiliza alrededor de 20.000 parejas homosexuales que contrajeron matrimonio desde que en 2004 fue aprobada la ley que lo permitía.
