Las comunidades se enfrentan hoy a su examen más difícil de los últimos años. El Consejo de Política Fiscal y Financiera -donde se sienta el Gobierno con las autonomías- fijará cómo y cuánto deben apretarse el cinturón las regiones para terminar el año con un déficit del 3,1% del PIB y llegar al 1,1% en 2013, tal y como impone Bruselas. Andalucía, cuya deuda se sitúa por debajo de la media, en el 6,8% del PIB según datos del Banco de España, acude a esta cita sin más margen para hacer recortes, después de aprobar el ajuste más duro de su historia, que pegará un bocado de 1.583,5 millones al Presupuesto de 2010. La consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, ya ha descartado nuevas medidas para este año, aunque no puede garantizar lo mismo en 2011. De ahí que vaya a presionar para que el Ejecutivo exija más austeridad a las comunidades más endeudadas.
El Gobierno andaluz volverá a pedir hoy un trato de favor para las autonomías más saneadas y, por contra, que el Estado castigue a las más endeudadas, como Valencia (14,1% del PIB), Baleares (12,5%) o Cataluña (11,5%). Pero el Ejecutivo de Zapatero no está por la labor de discriminar a las regiones, a las que reclamará recortes "similares" a las medidas "agresivas" que ya ha llevado a cabo el Gobierno, explicó ayer el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. La más dolorosa fue la bajada salarial de los funcionarios, que perjudica a 285.000 empleados públicos andaluces. Ocaña dijo que "hay que hacer lo que sea" para contener el déficit y demandó a las autonomías más ahorro en sanidad.
Una semana antes de la reunión del Consejo de Política Fiscal, el presidente andaluz, José Antonio Griñán, anunció en el Debate del Estado de la Comunidad la mayor reforma fiscal, con una subida del IRPF para las rentas superiores a 80.000 euros y nuevos impuestos que gravarán los depósitos bancarios, las bolsas de plástico e impondrá el céntimo sanitario. Cuando los nuevos tributos funcionen en su totalidad se recaudarán 411 millones más. En lo que más se notará el tijeretazo al Presupuesto andaluz es en la inversión directa, que bajará en 846 millones. Los constructores ya han avisado de que traerá más paro. A esto se suma la incertidumbre de la Junta porque aún no conoce la repercusión que tendrá en los proyectos andaluces el recorte de 6.000 millones que ejecutará el Ministerio de Fomento.
"cuadrar el círculo". La Junta aprobará en breve el decreto para poder aplicar el paquete fiscal anunciado por Griñán, que podría validarlo el Parlamento en julio. El vicesecretario general del PSOE-A, Rafael Velasco, adelantó ayer que ese mes habrá plenos extraordinarios para acelerar medidas de reactivación económica. Defendió que el presidente ha logrado "cuadrar el círculo" al cumplir con el plan de contención pública sin "tocar un euro" a las políticas sociales. El PP aseguró que la reforma fiscal afectará al 93% de los andaluces.