Cofradías

La lluvia tensó los nervios pero dio tregua

Tres de las cuatro hermandades retrasaron su salida una hora pero tras cambiar la predicción se echaron a la calle.

el 31 mar 2012 / 19:01 h.

Tras el desastre del Viernes de Dolores, y la lluviosa mañana de ayer, entre las hermandades del Sábado de Pasión cundió más el pesimismo que el optimismo. Las predicciones no eran halagüeñas para la tarde y Torreblanca, el Divino Perdón de Alcosa y La Milagrosa, que tenían que salir en torno a las cinco de la tarde cuando las nubes cubrían el cielo de Sevilla y caían chaparrones, retrasaron la decisión alrededor de una hora. Se resistían a que tampoco hubiera Sábado de Pasión, pero temían que les pasara lo que le ocurrió el Viernes a Pino Montano y Bellavista, que se arriesgaron y la realidad climatológica se impuso.

Sin embargo, el milagro llegó en forma de predicción meteorológica. El 80% de riesgo de lluvia que se estimaba hasta las 21.00 horas se transformó en un 50% hasta las 20.00 horas y en un 30% a partir de entonces, suficiente tregua como para arriesgarse. Y así lo hicieron las tres, aunque algunas como el Divino Perdón recortó su recorrido. También se unió a la jornada San José Obrero, que lo tuvo más fácil porque salía a las 19.30 horas y no tuvo que esperar para hacer su vía crucis, por primera vez como hermandad de penitencia pero sin tiempo para preparar una estación de penitencia. La Agrupación de La Milagrosa confía en ser la próxima en 2013.

TORREBLANCA
El "milagro" dejó al barrio ver al Cautivo
Milagro. Esa era ayer la palabra más repetida en la parroquia de San Antonio cuando, tras una hora de prórroga, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo ante Pilato y María Santísima de los Dolores decidía salir. Las predicciones meteorológicas no eran buenas y durante la oración que dirigió en la espera el Arzobispo, Juan José Asenjo, pidió a Dios que "el tiempo os permita hacer la estación de penitencia" porque "os merecéis salir a la calle". Al anunciar la noticia, recibida con aplausos y lágrimas de alegría, el hermano mayor Luis Miguel González reconoció que había ocurrido "un milagro" y la mejoría que se esperaba para más tarde se había adelantado. Y el Cautivo se echó a la calle con un sol radiante. "Parece increíble que hayamos salido, no me lo creo, con la que ha caído esta mañana", comentaban los costaleros de la Virgen a las puertas de la iglesia. Y el barrio de Torreblanca, un año más, se volcó con sus imágenes.

Había ganas, después del fiasco de que el Arzobispado no autorizara la salida extraordinaria para celebrar el veinte aniversario de la bendición de la talla del Señor, obra de Méndez Lastrucci. Pero los muy jóvenes nazarenos que conforman la mayoría de esta cofradía llegaban a la iglesia bajo paraguas, lo que no hacía presagiar nada bueno. Minutos antes de las 16.50 horas, cuando estaba prevista la salida, se reunió la Junta de Gobierno. Entonces se manejaba un 80% de lluvia hasta las 21.00. Demasiado riesgo para una cofradía que tiene la iglesia más próxima a un buen trecho. Tocaba esperar. El Arzobispo no pudo quedarse por compromisos en Coria. Tampoco el edil de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, que se acercó allí pero tenía que visitar al resto de hermandades del día. Sí lo hicieron, y acompañaron en la salida del Cristo a la presidencia, el delegado del distrito Sur, Ignacio Flores y el portavoz socialista Juan Espadas. La Hermandad decidió esperar a la nueva previsión de las seis de la tarde y cuando minutos antes de esa hora se ordenó formar a los nazarenos, el ánimo cambió. Fuera brillaba el sol. "Las previsiones eran muy malas pero ha sido un milagro y la mejoría que se esperaba para las ocho se ha adelantado", anunció el hermano mayor. La Cofradía mantuvo su recorrido aunque aceleró el ritmo para volver a su hora. El Cautivo pisó las calles de su barrio sobre las 18.30 horas, con los rayos del sol ilumando su rostro, a los sones de Venga de frente y con una larga chicotá y una primera levantá ordenada por Manuel Rocha "para todas las personas que sabemos que lo están pasando mal". Minutos después, Miguel Ángel Castillo, capataz de la Virgen de los Dolores, se dirigió a sus costaleros: "La Señora ha querido que salgamos a la calle. Vamos a laventarla para toda la gente que está aquí a verla". Y la Dolorosa de José María Gamero salió a los sones de Dolores de Torreblanca y con sus costaleros, ya en la calle, gritando un "Viva la Virgen de los Dolores" que solo pudieron escuchar quienes, desde primera fila, llevaban esperando el "milagro" para ver a sus imágenes, de gran devoción, en la calle.

LA MILAGROSA
Una hora de retraso que inquietó
Los intervalos de nubes obligaron a la agrupación parroquial de Ciudad Jardín a retrasar su salida una hora. La junta de gobierno se reunió pasadas las cinco y media de la tarde, hora prevista para la salida de la agrupación, tras recibir a la impresionante guardia judía, 48 hombres todos ellos con barba. El ritual se cumplió a rajatabla. El capitán pronunció su mandato de apresar al Rey de los Judíos, sonó el chofar y la puerta de la parroquia se abrió y se escuchó: "Un día prendisteis al Señor y hoy os postráis ante él, que os bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Podéis entrar". Nada más acceder la guardia judía al templo, las puertas de la iglesia se cerraron. Transcurrieron más de 30 minutos en los se llegó a especular con la posibilidad de no salir y es que en ese momento en el cielo había más nubes que a las 17.30 horas. A ello se unió que en el interior se escuchó una saeta, lo que hizo temer a alguno de los costaleros que esperaban en la calle a que la junta de gobierno hubiese decidido no salir. Pero no fue así, minutos antes de las 18.30 horas se anunció que la agrupación parroquial de La Milagrosa salía a la calle, para alegría de las personas que inundaban el barrio de Ciudad Jardín.La expectación era máxima puesto que este año el paso de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza estrenaba la figura de un guardia judío y de un perro, el que deseaban ver muchas de las personas que esperaban en las puertas del templo porque creían que era un can de verdad, además también había cambiado la disposición del misterio.La salida de este paso, uno de los más grandes de la Semana Santa de Sevilla, fue algo complicada y alguno de los allí presentes se llevó un susto al creer que la antorcha de la nueva figura chocaba con el marco de la puerta. No fue nada. Seguidamente, salió la Virgen del Rosario, a la que todos pedían que este año la agrupación se convierta en hermandad de penitencia.

ALCOSA
El Perdón recorta el recorrido
La Hermandad del Divino Perdón de Alcosa también pospuso la decisión de salir más de una hora sobre lo previsto y finalmente, tras el cambio de la predicción, se echó a la calle a las seis de la tarde. Para minimizar el riesgo acortó su recorrido por las calles del barrio, aunque éste fue igualmente en busca de su Cristo Nazareno. El alcalde, Juan Ignacio Zoido, hizo la primera llamá antes de acudir a entregar a la Hiniesta el baldaquino de plata con la imagen de la Hiniesta Gloriosa que durante todo el año está en el despacho del regidor. El andar sobrio del Nazareno de Alcosa, con el acompañamiento musical de la Agrupación de Nuestra Señora de la Estrella de Dos Hermanas, sí visitó algunos puntos importantes del barrio como el colegio del Corazón de Jesús, aunque volvió a su Iglesia de la Beata Ana María por un camino más corto del habitual. Pero Alcosa igualmente vivió ayer un día grande.

SAN JOSÉ OBRERO
El barrio se echó a la calle con la hermandad
El entorno de la calle Arroyo se llenó ayer de vecinos que no querían perderse el viacrucis de la Hermandad de San José Obrero ya como hermandad de penitencia, que desde ayer procesiona por las calles del barrio el Sábado de Pasión. De momento, a la junta de gobierno de esta cofradía no se le pasa por la cabeza llegar hasta la Catedral. La emoción de los hermanos se reflejaba en sus rostros y más de uno no pudo contener las lágrimas al salir por la puerta de la parroquia de San José Obrero que da a la calle Samaniego al haber estrenado su condición de hermanad de penitencia, aunque en esta ocasión, por la premura de tiempo, se decidió no realizar todavía este año estación de penitencia. Habrá que esperar a 2013 para ver en la calle a Nuestro Padre Jesús de la Caridad en el paso de San José Obrero y a Nuestra Señora de los Dolores acompañados por sus nazarenos, que vestirán túnica y capirote azul, capa blanca y cíngulo azul y blanco. La tonalidad del azul estará entre la de los nazarenos del Baratillo y de la Misión.La puerta de la parroquia se abrió pocos minutos después de que el reloj marcase las siete y media, la hora prevista para el inicio del viacrucis, lo que comenzó a poner nerviosos a los feligreses que llenaban las calles Samaniego, Arroyo y Francisco de Ariño. Incluso se llegó a correr la voz de que el viacrucis se iba a realizar en el interior del templo por el riesgo de lluvia. Otros ciudadanos, mucho más tranquilos, comentaban que la salida estaba prevista para las 20.30 horas, por lo que era normal que las puertas estuviesen cerradas.

Pero esta incertidumbre duró escasos minutos. Hasta que las nuevas campanas de la iglesia comenzaron a tocar y el portón se abrió de par en par dejando ver la cruz de guía seguida por los hermanos más jóvenes de la recién nombrada hermandad de penitencia, todos ellos con una gran sonrisa en la cara. Los mayores, que iban detrás, también llevaban reflejada la felicidad en sus caras, aunque algunas estaban mojadas por las lágrimas. Una emoción que el próximo año será aún mayor, pero que estará cubierta por los antifaces.

El viacrucis, que se desarrolló en un ambiente de recogimiento, a pesar de la cantidad de devotos que se congregaron en la calle, estuvo acompañado por la Escolanía de María Auxiliadora y el coro Hispalensis Ensemble.

Poco antes de salir a la calle, esta cofradía recibió la visita del alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido, y del concejal de Festejos, Gregorio Serrano, que en la tarde de ayer recorrieron las sedes de algunas de las hermandades que procesionaron ayer.
Muy comentada fue la otra novedad de este año: Nuestro Padre Jesús de la Caridad, en vez de llevar las manos atadas, llevaba una cruz al hombro, eso sí, como en años anteriores, era portado en andas por sus hermanos. El próximo año todo será bien distinto y muy esperado por sus hermanos. Las madres de algunos de los hermanos más jóvenes que participaron ayer en el viacrucis animaban a otras a implicarse con la nueva hermandad de penitencia, "porque es la nuestra, es la del barrio".

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