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La Olavide impulsa su parque tecnológico sin Sevilla y Alcalá

Mediante una fundación se sumará al proyecto nazareno Dehesa de Valme

el 24 may 2010 / 20:58 h.

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La Universidad Pablo de Olavide ha decidido poner en marcha ya el parque tecnológico que se anunció hace ahora seis años. Pero lo hará, en principio, sin Alcalá y Sevilla, tal y como estaba previsto, porque ambas ciudades no han pasado en todos estos años de meras intenciones. Al final, Dos Hermanas se lleva el gato al agua. La Olavide ha diseñado, con el visto bueno de la Consejería de Economía, una operación gracias a la cual la biotecnópolis soñada por la Universidad dará sus primeros pasos antes de que acabe este año.

 

El procedimiento será el que sigue. La Olavide creará una fundación patrimonial que gestionará las 50 hectáreas de terreno universitario con las que arrancará el parque tecnológico. Una vez blindada la propiedad de esta parcela, la Fundación pasará a integrarse como socio en el parque nazareno Dehesa de Valme, el instrumento a través del cual se canalizarán las ayudas que pida la Fundación universitaria para la biotecnópolis.

Pero al margen de los mecanismos técnicos que se arbitren, lo más importante es la lectura política de esta operación. El rector de la Olavide, Juan Jiménez, ya lo avisó en su discurso de comienzo de curso: la Universidad pondría en marcha un proyecto "propio" de parque ante la desidia de Alcalá y Sevilla. "Los momentos de oportunidad pasan y son irrecuperables", avisó entonces. Y así ha sido. Las dos ciudades implicadas no se dieron por enteradas y tampoco Dos Hermanas se unió al proyecto, como era deseo de la Junta, para evitar que en un radio de pocos kilómetros crecieran varios espacios tecnológicos.

Fuentes académicas reconocen que "ha sido imposible" conseguir que Alcalá, Sevilla y Dos Hermanas (todas gobernadas por el PSOE) fueran de la mano. "Ha sido un gasto de energía enorme para obtener muy poca productividad", apostillan con amargura. La falta de entendimiento ha obligado a la Olavide a dar el paso definitivo: se unirá a Dehesa de Valme (del que ya son socios testimoniales) con tal de poder hacer realidad la biotecnópolis en su campus universitario.

La operación está diseñada y cerrada con Dos Hermanas y la Junta de Andalucía. No así con Alcalá y Sevilla, que en estos momentos no participan en los planes. Una vez que la Fundación empiece a rodar quedarán abiertas dos alternativas futuras: o Sevilla y Alcalá se unen al proyecto de parque tecnológico metropolitano o bien la Fundación entra como socio en otros planes que se pongan en marcha por parte de ambas ciudades.

En cualquier caso, lo que deja patente este paso dado por la Pablo de Olavide es que la llamada de atención de la Junta de Andalucía a Alcalá, Dos Hermanas y Sevilla (entre las tres ciudades suman cerca de 900.000 habitantes) para que unieran esfuerzos y crearan un único parque tecnológico no ha surtido efecto.

En otro orden de cosas, además de la fundación, la Olavide ya ha dado los primeros pasos para que el parque tome forma. Va a sacar a concurso el plan de urbanización del terreno y elaborará un plan de información a las empresas interesadas en este espacio con el fin de que vayan asentándose firmas de marcado perfil tecnológico que sirvan de "semillero" del parque.

Para la institución académica la tecnópolis es de vital importancia para su futuro más inmediato. Incluso en su primera propuesta para optar al sello de campus de excelencia que promueve el Gobierno central, el parque tecnológico era una de las patas principales.
Fuentes académicas consultadas por este periódico explican que la Olavide defiende la decisión de tirar para adelante integrándose ya en Dehesa de Valme, a la espera de futuras decisiones de Sevilla y Alcalá de Guadaíra, por la "necesidad" de hacer real este instrumento con el que la Universidad sevillana adquiriría la mayoría de edad.

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