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La pequeña Doñana busca 'padre'

Estudian crear un patronato para la gestión del paraje natural del Brazo del Este tras haberse completado los principales trabajos que garantizarán su conservación.

el 23 may 2010 / 18:30 h.

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El Brazo del Este se extiende por el sur del área metropolitana.

Para llegar al Brazo del Este, que como su nombre indica es una de esas extremidades en las que se dividía el río Guadalquivir en su recorrido por las marismas, hay que ir hasta el cruce del polígono La Isla (Dos Hermanas) con la SE-687 (carretera de Isla Menor) y coger una de esas vías que por su estado exigen máxima prudencia al volante. Todo recto se desemboca en un paisaje llano y húmedo donde el cauce se muestra y se esconde a su antojo durante kilómetros.

Esta pequeña Doñana se levanta al sur del área metropolitana y es un enclave que, tras las inversiones de los últimos años, cercanas a los cinco millones de euros, alcanza la madurez suficiente para contar con un patronato que se encargue de su gestión y de darlo a conocer como un destino de ocio y esparcimiento para los amantes de la naturaleza.

El espacio es un paradigma de la simbiosis entre hombre y naturaleza y ejemplo de la apuesta por una agricultura sostenible, en este caso dedicada al cultivo del arroz, que permita preservar su flora y, especialmente, una fauna que los expertos no dudan en poner al nivel de Doñana, especialmente en lo que a aves se refiere.

Eso es, al menos, lo que destacó durante su visita la pasada semana al lugar el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, quien abogó por este tipo de convenios entre los agricultores y las administraciones. “El objetivo es garantizar el aprovechamiento agrícola de este paraje natural con la conservación, como así lo hemos demostrado en los últimos años, en los que la riqueza biológica de este enclave no sólo se ha mantenido, sino que ha aumentado”, aseveró.

Por eso, como le propusieron el alcalde de Coria del Río, José Vicente Franco (PSOE), y el edil de Medio Ambiente de La Puebla del Río, Francisco Carvajal, quienes –a pesar del calor sofocante de las cinco y media de la tarde y en un paisaje de escasos árboles– le acompañaron en un breve recorrido por el entorno, apostó por la constitución de un consorcio que potencie el turismo ornitológico –que es a lo que mejor se presta este rincón del área metropolitana– y fomente las visitas.

El primero destacó que este paraje natural se asienta en gran parte en la comarca del Aljarafe, muchas veces más conocida por sus desmanes urbanísticos que por los paisajes que todavía conserva. “Esto es el Aljarafe, y nosotros estamos entusiasmados con su recuperación”, dijo,  al tiempo que recordó que todavía quedan varios kilómetros que recuperar para poner a punto los 39 que tiene de extensión debido a su sinuosidad.

Este espacio actúa como punto de descanso en la escala migratoria y como hábitat alternativo a las especies de Doñana cuando las condiciones en el parque nacional son desfavorables, especialmente en verano que es cuando se agotan las reservas hídricas. De este modo, el Brazo del Este se convierte en un refugio clave para su supervivencia en esos periodos.

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