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La Plaza de América sufre graves destrozos por actos vandálicos

El Ayuntamiento estudia el coste de los desperfectos y denuncia los hechos ante la Policía para que abra una investigación

el 19 mar 2012 / 20:59 h.

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La glorieta Rodríguez Marín, en la Plaza de América del parque de María Luisa, ha sido la zona más dañada por los actos vandálicos.

Los usuarios del parque de María Luisa y, en concreto, de los alrededores de la Plaza de América no daban crédito en la mañana de ayer ante lo que se habían encontrado: bancos con respaldos de forja arrancados, peanas de ladrillo por los suelos, cerámicas destrozadas... Un grupo de vándalos han provocado graves destrozos, sobre todo, en la glorieta Rodríguez Marín, de ahí que el Ayuntamiento informase ayer de que pondrá sendas denuncias ante la Policía Local y Nacional para que se investiguen los hechos.

El área de Parques y Jardines está ya elaborando un informe donde se enumeren los desperfectos hallados en esta zona del parque de María Luisa para así cuantificar su coste y reparar los destrozos "lo antes posible", según apuntaron fuentes municipales.

Lo más probable es que, una vez se sepa cuánto le costará al Ayuntamiento los efectos del vandalismo y encuentre una partida presupuestaria suficiente, el Consistorio contrate a una empresa especializada en la reparación y rehabilitación del patrimonio para devolver esta parte del parque a su estado original. Además, la investigación policial tendrá que aclarar cómo han entrado los vándalos en el parque, cerrado por la noche. Precisamente por este motivo algunas fuentes apuntan a que los responsables de los destrozos podrían haber entrado en la Plaza de América a través de la Terraza Alfonso, ubicada en el parque.

Y no sería la primera vez que hay denuncias ciudadanas por los destrozos causados en el parque por un grupo de jóvenes que empezaron la noche de fiesta en bares-terraza como el Alfonso, desde donde no está cerrado totalmente el paso hacia la Plaza de América.

Ya en la acera de enfrente del Alfonso, en los jardines del Líbano, los efectos de la movida juvenil dieron al traste con estatuas y fuentes, lo que obligó hace años a restaurar la zona verde y monumental de esta orilla de las Delicias. Con todo, las fuentes municipales consultadas aseguraron que, por ahora, no se puede acreditar que los gamberros hayan entrado en el parque a través de la Terraza Alfonso.

La zona más afectada por los destrozos de los incívicos es la glorieta Rodríguez Marín, un pequeño espacio cuadrado con forma de patio sevillano situado frente a la glorieta de Cervantes, al lado de la puerta de entrada al Pabellón Real. Tiene una pequeña fuente con reminiscencias árabes y los azulejos que decoran el espacio contienen fragmentos de su obra, entre anaqueles se puede ver una reproducción del autor también en azulejo.

Aquí, arrancaron los respaldos de forja de algunos bancos, rompieron los remates de cerámica de las pilastras e incluso alguna de ellas se llevó un buen empujón, quedando en el suelo. Evidentemente, para derribar las peanas de ladrillo tuvieron que emplear bastante fuerza. Las macetas del entorno del Pabellón Mudéjar también fueron objeto de las iras de los vándalos, así como los remates cerámicos de columnas.

Con este nuevo episodio de vandalismo en el parque de María Luisa se reabre el debate sobre la seguridad en esta zona monumental, en la que la Plaza de España ha sido históricamente la diana de los gamberros.

En noviembre del pasado año, la Plaza de España volvió a sufrir actos vandálicos, sólo un mes después de su reinauguración, que costó dos años de obras y más de nueve millones de euros. La joya de la obra del arquitecto Aníbal González volvió a tener azulejos desprendidos y remates cerámicos destrozados.

Curiosamente, en octubre del pasado año, el Gobierno de Juan Ignacio Zoido (PP), renunció a realizar un informe impulsado durante el anterior mandato para contratar asistencia técnica y determinar la "correcta conservación y mantenimiento" de la emblemática obra de la Exposición Iberoamericana de 1929. Esta contratación, valorada en 49.560 euros, quedó revocada ante "la actual situación económica, en la que se han visto aminorados de forma importante los ingresos de la Gerencia de Urbanismo", alegó el PP.

Pese a la falta de presupuesto, son muchas las organizaciones ciudadanas y conservacionistas que reclaman que el parque de María Luisa y la Plaza de España, integrada ya en este espacio verde, tengan seguridad día y noche. Y es que ni los dos agentes de una empresa de seguridad privada contratados por el anterior gobierno local para vigilar la Plaza de España las veinticuatro horas -con un coste anual de 200.000 euros- parecieron suficientes.

En el mandato anterior, PSOE e IU plantearon la creación de un órgano de conservación con la participación del Estado, la Junta y el Consistorio para dar soluciones a la seguridad y, sobre todo, al mantenimiento de la Plaza de España y el parque de María Luisa, monumentos que destacan por su delicada cerámica, que están a la intemperie y que reciben cada día miles de visitas. De ahí que su protección sea una tarea complicada.

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