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La ruina de otro costumbrismo

Entre los emblemas de la Exposición Iberoamericana de 1929, cuyo 80 aniversario se cumplirá el año que viene, estuvo la Real Venta de Antequera, que entonces casi todo era Real en Sevilla...

el 15 sep 2009 / 19:22 h.

Entre los emblemas de la Exposición Iberoamericana de 1929, cuyo 80 aniversario se cumplirá el año que viene, estuvo la Real Venta de Antequera, que entonces casi todo era Real en Sevilla, hasta la Venta Pilín, ese minúsculo merendero con aires victorianos de Tablada que terminó siendo engullido por el huracán discotequero de los noventa. Todo el mundo sabe aquí que la Venta de Antequera era el lugar que albergaba a los toros de lidia antes de las corridas y que las de Feria congregaban un gentío variopinto para ver las reses y después continuar allí mismo la fiesta.

La Venta de Antequera había sido ideada para todo ello con un diseño minucioso: combinando una bella publicidad en cerámica con la vegetación desbordada; resumía el ideal de ciudad turística de primavera que Sevilla se había ido forjando desde principios del siglo y al que contribuyeron industriales, académicos y artistas. En sus glorietas, cuartos y pérgolas anunciando los vinos y licores había "otro Parque de María Luisa" dispuesto para que corrieran aquellas gigantescas cañeras de fino o manzanilla que Benito Mas y Prat y García Ramos pintaron al alimón con letra y formas en La Tierra de María Santísima.

El otro día la recorrí despacio -estaba cerrada- para ver cómo el tiempo y la incuria la han convertido en un lugar ajado. Un empleado me mostró además salas y salones, llenos de frescos y azulejos que fueron espléndidos y con todas las trazas de obras de quienes entonces imponían su costumbrismo; también apenas se mantenían en pie los del mirador de los corrales taurinos. El tumultuoso palacio en el que Jerez y Sevilla celebraron sus esponsales prometiendo unirse para siempre por medio de la fiesta es hoy una ruina. Ya nadie lo mira; es como la casa de la Gloria Swanson de El crepúsculo de los dioses.

Antonio Zoido es escritor e historiador

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