Arrancan las obras del columbario de la hermandad de Los Gitanos. Será el próximo día 26 cuando den comienzo las labores de adecuación de la cripta subterránea del santuario de Los Gitanos para su reutilización como columbario destinado al enterramiento de las cenizas de sus hermanos. Así lo ha acordado la junta de gobierno de la corporación de la Madrugá, después de retocar en los últimos meses el proyecto para reducir en más de un 50% el coste de ejecución de la obra civil previsto en un principio y garantizar así su viabilidad económica.
Las obras se prolongarán por espacio de cuatro meses, a cuyo término será necesario un último trámite en Palacio, por lo que la junta de gobierno confía en que "antes de final de año" pueda estar en servicio.
El columbario de Los Gitanos contará con capacidad para unos 500 lóculis o nichos privados familiares y cada uno de ellos acogerá dos urnas. Las obras se autofinanciarán a través de los donativos realizados por los hermanos que adquieran la concesión de alguno de estos nichos, cuyos precios varían entre los 300 y los 900 euros por urna "en función de su capacidad, de su privacidad y de si están colocados en las estanterías", señala el teniente de hermano mayor de Los Gitanos, Carlos de Paz.
La junta de gobierno ha acordado conceder máximas facilidades para que todos los hermanos que lo deseen puedan optar a la concesión de alguno de estas urnas. Así, por un donativo mensual de poco más de 30 euros durante cinco años, un hermano podrá concertar la concesión de alguno de estos nichos.
Como ella misma se ha encargado de confesar en alguna ocasión, este columbario será la última morada de la duquesa de Alba, gran benefactora de la hermandad. Sus cenizas ocuparán un pequeño espacio, "nada ostentoso", aunque en un lugar privilegiado, a los pies del Señor de la Salud, en la zona más cercana de la cripta en la parte de abajo del altar mayor.
El acceso a este columbario se realizará mediante "una trampilla" situada al lado de la puerta principal del santuario. La cripta subterránea del santuario de los Gitanos funcionó durante siglos como lugar de enterramiento de las religiosas del antiguo convento del Valle.
