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"La Unesco ha decidido lo único coherente, no esperaba otra cosa"

El arquitecto César Pelli insiste en que la polémica no tenía base legal y que tenía tintes pueblerinos

el 05 jul 2012 / 20:12 h.

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La Unesco, pese a la oposición inicial de países como Alemania, Estonia y Suiza, decidió el pasado día 27 no incluir a la Catedral, el Archivo de Indias y el Alcázar en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro y, si el Ayuntamiento hace sus deberes, es poco probable que la Unesco vuelva a plantear esta inclusión en la lista negra por los efectos de la torre Pelli que Cajasol-Banca Cívica (pronto CaixaBank) construye en la Cartuja. Ayer, su arquitecto, César Pelli, valoró a este periódico la decisión del Comité de Patrimonio Mundial con frases rotundas: "Me pareció la única decisión coherente. No esperaba otra cosa".

A su juicio, la decisión de la Unesco ratifica que era un debate sin base legal y con tintes pueblerinos, como afirmó en una entrevista. "Me temo que sí", dijo al ser preguntado por ello.

Sobre el compromiso del alcalde, Juan Ignacio Zoido (PP), de cambiar la normativa para que no pueda haber más rascacielos en la Cartuja o en el entorno del casco antiguo , aunque sí en otros lugares de la ciudad más alejados del Centro, el arquitecto argentino nacionalizado estadounidense afirmó que él apoya "este tipo de normativas". "Sevilla -prosiguió- tiene una belleza única y es importante protegerla, pero es necesario hacerlo sin frenar su desarrollo".

Lo cierto es que, con la decisión del Comité de Patrimonio Mundial y con los compromisos adquiridos por el alcalde, la torre diseñada por Pelli será la única en esta zona de la ciudad, por lo que atraerá todas las miradas. De hecho, hay expertos que aseguran que tiene menos impacto visual un conjunto de torres como las levantadas en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid en la capital española que un único rascacielos que rompa el paisaje.

El arquitecto (nacido en Tucumán en 1926), autor entre otras muchas obras de las míticas torres Petronas, en Kuala Lumpur -que desde 1998 y hasta mediados de 2003 fueron los edificios más altos del mundo-; de la torre de Cristal de Madrid o la de Iberdrola en Bilbao, apuntó que no cree que este año pueda venir a Sevilla, si bien sus asociados sí visitan la obra en la Cartuja con asiduidad para seguir el desarrollo de los trabajos e informarle. "Me tienen al tanto de todo lo que pasa", indicó el arquitecto que, pese a su avanzada edad, se niega a retirarse.

Según Pelli, la obra marcha "muy bien", estando ya la estructura de la torre, que alcanzará los 178 metros, a unos 140 metros de altura. En concreto, se trabaja ya en el piso 32, mientras que en las primeras plantas se sigue con el montaje de las lamas de la singular fachada. Según los responsables de la obra, la estructura de la torre, sin contar con el remate, estará lista para el mes de septiembre o para octubre.

La estructura del remate podría retrasarse hasta diciembre, puesto que lo más alto, con corte sesgado, requiere más tiempo que el resto por la complejidad de su inclinación, según explicaron fuentes de la obra.

En total, la torre tendrá 39 plantas sobre rasante y cuatro de parking subterráneo. De ellas, 35 plantas serán para las oficinas, el restaurante estará en la 36 y el mirador que se ideó con carácter público a 157 metros de altura, en la planta 37. Las 38 y 39 son "técnicas", esto es, que sólo albergan depósitos de agua, máquinas de climatización... El núcleo central del rascacielos, por su parte, contendrá los ascensores -un contrato ya adjudicado- y las escaleras de emergencia.

Si no surgen imprevistos, la torre de CaixaBank estará lista en el último trimestre del próximo año, si bien aún está por ver qué opina su nuevo dueño sobre su destino.

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