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La UPO se va de vacaciones para ahorrar

el 28 jun 2010 / 16:04 h.

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Los miembros de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) concentrarán este año sus vacaciones en el mes de agosto para que, gracias a dicha concentración del período de disfrute vacacional y a la consecuente reducción del número de edificios que deberán permanecer abiertos en el campus, la institución universitaria pueda ahorrar, al menos, 100.000 euros.

Esta es una de las medidas contempladas en el Plan de Austeridad y Optimización de Recursos que el rector de la UPO, Juan Jiménez, presentó hoy al Consejo de Gobierno de la Olavide con la intención de “velar por el buen destino de los recursos públicos”.

Según explicó Jiménez, la UPO ha entendido que constituye una “ineludible obligación” adoptar un conjunto de medidas que le permitan afrontar la situación de crisis actual sin merma alguna del cumplimiento de sus funciones docentes e investigadoras, por lo que, al tiempo que se cumple con la austeridad, se optimizan los recursos existentes.

Por ejemplo, la concentración de las vacaciones de los miembros de la comunidad universitaria en el mes de agosto posibilitará que la actividad se realice en un reducido número de edificios -pudiéndose cerrar el resto- y permitirá un ahorro de unos 100.000 euros sólo en un mes. Por ello, la Olavide pretende continuar su aplicación los fines de semana y los siguientes periodos vacacionales.

También la biblioteca se cerrará, aunque en la segunda quincena de julio y la primera de agosto, tanto para garantizar su prestación de servicios en los períodos de mayor demanda como para permitir las obras que deben conducir a la entrada en funcionamiento de todo el edificio. En función de la demanda, se abrirán salas de estudio alternativas.

En el ámbito de la capacidad docente del profesorado, la UPO también decidió presentar a un próximo Consejo de Gobierno una propuesta ambiciosa de racionalización del gasto, sustentada en “una reducción de las deducciones por cargo académico por responsable de áreas de conocimiento, por dirección de programas de postgrado, etcétera”.

Según la Olavide, estas medidas implicarán la ampliación de un 10 por ciento de la capacidad docente de la plantilla, con el fin de liberar los suficientes recursos para hacer frente a la implantación de nuevas titulaciones. En cuanto al personal de administración y servicios, las medidas adoptadas apuntan a la estricta autorización de las horas extraordinarias, entre otras disposiciones.

Además, se adoptarán diversas disposiciones relativas a la reducción de consumos y del gasto presupuestario en varios apartados, como una reducción general del 5 por ciento de las partidas de la Administración del Rectorado para lo que queda de 2010, lo que significará un ahorro de 100.000 euros; el ahorro del gasto en telefonía, que permitirá una reducción de 45.000 euros en 2010; la reducción de los gastos de protocolo en un 30 por ciento para el presupuesto del 2011; la elaboración de la memoria de la Universidad en formato electrónico, lo que implicará un ahorro directo de 8.000 euros, o la implantación a partir de octubre de una plataforma de comunicaciones internas, que supondrá un ahorro en los recursos ahora destinados al cumplimiento de esta función.

En cuanto al ahorro energético, la UPO pretende reducir la factura como producto de la guía de buenas prácticas elaborada por el Servicio de Infraestructuras de la UPO. El sistema de financiación de la Junta de Andalucía para las universidades andaluzas obliga además al control del gasto público de la Olavide, por lo que estas medidas “suponen un esfuerzo adicional realizado por esta institución pública sevillana”.

El equipo de gobierno de la UPO estima que las medidas adoptadas supondrán un ahorro de unos 250.000 euros para lo que queda del ejercicio 2010.

 

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