Tras una inversión de 18,7 millones, esta variante ha entrado en servicio, liberando una travesía de gran longitud y regulada por glorietas y semáforos, que hasta ahora constituía un punto conflictivo en el itinerario de Sevilla a los pueblos del Bajo Guadalquivir y a la costa noroeste de Cádiz. No hay que olvidar que más de 10.000 vehículos circulan diariamente por este eje, cifra que sube hasta los 15.000 con motivo de los desplazamientos con destino a la playa.
Una vez puesta en servicio esta variante, el tráfico de largo recorrido y los habitantes de Lebrija, Trebujena, Sanlúcar de Barrameda, Villamartín y Espera, que suman una población potencial de más de 132.000 habitantes, serán los grandes beneficiados, ya que podrán optar por la N-IV frente a la AP-4 para no tener que pagar el peaje.
El inicio de la variante se sitúa aproximadamente a dos kilómetros de Las Cabezas de San Juan en dirección al Torbiscal y su final, una vez pasada la salida de la AP-4, en la carretera A-471, que va desde la N-IV a Sanlúcar de Barrameda, pasando por Lebrija y Trebujena. La ronda de circunvalación rodea la población por el lado sureste del municipio, manteniendo una distancia que oscila en torno a un kilómetro. El nuevo trazado incluye ocho estructuras de cruce, destacando un puente sobre la AP-4.
En este mismo itinerario se está desarrollando otra actuación de similar relevancia en Lebrija, con la mejora funcional de su variante, con una inversión de 12,6 millones de euros. Con este proyecto, se están remodelando los enlaces para priorizar el tráfico que continúa por la A-471 hacia Trebujena y Chipiona y se suprimirán todas las intersecciones.
